domingo, 30 de agosto de 2015

319- S. Cushing sub-clínico

George N. Zografos, Iraklis Perysinakis, Evangeline Vassilatou. El síndrome de Cushing subclínico: conceptos y tendencias actuales. Hormones 2014;13(3):323-337. Department of Surgery, General Hospital G. Gennimatas, Endocrine Unit, 2nd Department of Internal Medicine, Attikon University Hospital, Athens, Greece

Resumen

Aproximadamente el 5-20% de los incidentalomas suprarrenales presenta hipersecreción de cortisol subclínico que se caracteriza por alteraciones sutiles en el eje hipotalamo-pituitario- adrenal debido a la autonomía adrenal. Este trastorno se ha descrito como Síndrome de Cushing Subclínico (SCS) ya que no hay fenotipo clínico típico. El diagnóstico del SCS se basa en la evaluación bioquímica; sin embargo, todavía no hay consenso para los criterios diagnósticos.  La mayoría de los expertos recomiendan para el diagnóstico del SCS, el  Test de Supresión con Dexametasona (1 mg) (TSD) como prueba de detección inicial, en combinación con otra prueba del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. El TSD es el principal método para establecer el diagnóstico, mientras que no hay criterios unificados sobre la información que podrían dar otras pruebas. La hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2 o tolerancia alterada a la glucosa, obesidad central, la osteoporosis / fracturas vertebrales y la dislipidemia son considerados como efectos perjudiciales del exceso de cortisol sutil crónico, aunque no existe una relación causal probada entre la hipersecreción de cortisol subclínica y estas morbilidades. La gestión óptima de los pacientes con síndrome de Cushing subclínico aún no está definida. El enfoque conservador es apropiado para la mayoría de estos pacientes; Sin embargo, la duración del seguimiento y la frecuencia de la evaluación periódica siguen siendo cuestiones abiertas. La resección quirúrgica puede ser beneficioso para los pacientes con hipertensión, diabetes mellitus tipo 2 o tolerancia anormal a la glucosa y la obesidad.

Introducción

Las masas de la glándula suprarrenales son uno de los tumores más frecuentes en los seres humanos, como se describe en los estudios de autopsias.  El primer informe  con  masas suprarrenales revelado mediante tomografía computada en pacientes sin sospecha de enfermedad suprarrenal fue publicado por Korobkin et al. en 1979. Desde entonces, los avances en las técnicas de imagen y su utilización cada vez más generalizada  han llevado al aumento en la detección clínica de estas lesiones debido a la formación de imágenes realizada por razones ajenas a la enfermedad suprarrenal. Por lo tanto, las masas adrenales clínicamente inaparentes, llamado incidentalomas suprarrenales, se han convertido en un problema común en la práctica cotidiana.

Debe mencionarse que las masas adrenales se descubren durante los procedimientos de estadificación en pacientes con  malignidad y no se consideran como incidentalmente detectado. Por lo tanto, la definición de incidentaloma suprarrenal excluye los pacientes con hiperfunción adrenal manifiesta y en pacientes sometidos a una evaluación con  imágenes como parte  del procedimiento de estudio de un proceso maligno.

La evaluación de diagnóstico inicial de un paciente con un  incidentaloma adrenal tiene como objetivo determinar el estado funcional de la masa y la posibilidad de observar una patología maligna. La gran mayoría de estas lesiones son neoplasmas corticales benignos no hipersecretores. Sin embargo, un porcentaje significativo de casos, presentes actividad hormonal subclínica principalmente relacionada con la secreción de  glucocorticoides...............

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(*) Este blog de bioquímica-clínica no persigue fin de lucro alguno. Está destinado a profesionales bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den al mismo. 

martes, 25 de agosto de 2015

318- Tirotropina sérica (TSH)

Joshua M. Estrada, Danielle Soldin, Timothy M. Buckey, Kenneth D. Burman, P. Soldin,  Isoformas de tirotropina: implicación de su  análisis en  la  práctica clínica. Thyroid. 2014 Mar 1; 24(3): 411–423. Department of Oncology, Lombardi Comprehensive Cancer Center, Georgetown University Medical Center, Endocrine Section, Medstar Washington Hospital Center,Department of Medicine, Georgetown University Medical Center, Department of Obstetrics and Gynecology, Georgetown University Medical Center, Washington, District of Columbia.

Resumen

La Tirotropina sérica (TSH) se considera la medida individual más sensible y específica de la función tiroidea en la población general, debido a su asociación logarítmica negativa con la triiodotironina libre y las concentraciones de tiroxina libre. Por lo tanto, a menudo es la prueba de elección para la detección, del diagnóstico y el seguimiento de hipotiroidismo primario. Las concentraciones de TSH en suero se pueden analizar cuantitativamente usando inmunoensayos de tercera generación, mientras que su bioactividad se puede medir por ensayos de actividad  de la TSH en cultivo celular. En teoría, si las concentraciones séricas de TSH están directamente relacionados con la actividad de la TSH, las dos pruebas deben dar resultados comparables. Sin embargo, en ocasiones, los resultados son discordantes, cuando las concentraciones séricas de TSH son mayor que su actividad biológica . Esta revisión se centra en la discusión de estas discrepancias y los aspectos clínicamente importantes del análisis de TSH.

Sintesis de la TSH

La  Tirotropin (TSH) es una hormona  glicoproteica  heterodimérica  28-kDa  liberada de la pituitaria anteromedia y es un regulador de la función tiroidea. Su síntesis está controlada por el hormona neuropéptida liberadora de TSH hipotalámico (TRH). Las dos subunidades peptídicas de TSH están covalentemente unidos y co-trasduccionalmente  glicosilados con oligosacáridos ricos en manosa. Después de la traducción, las dos subunidades se combinan y los oligosacáridos unidos se procesan adicionalmente. La síntesis de una molécula de TSH madura requiere la escisión de la señal péptidicas tanto de TSH α- y β-subunidades, seguido por el recorte de manosa y otra adición de fucosa, galactosa, y ácidos siálicos. 

Las TSH maduras son moléculas de asparagina- (N)-ligado(Asp(N) adicionadas a estructuras de carbohidratos solapadas con sulfato y/o moléculas de ácido siálico . Las estructuras de oligosacáridos TSH variar según la fuente de TSH:  TSH derivada de la pituitaria humana que comprende glicanos fucosilados bicatenarios con  sulfato N terminal N-acetylgalactosamine y bajo contenido de ácido siálico, mientras que  la TSH recombinanate humana (rhTSH), ha sido sintetizada en células de ovario de hámster chinos, específicamente ligados a  α 2,3-acido sialico y rhTSH sin acido sialico que se genero en levadura .

Patrones de glicosilación y bioactividad

Una glicosilación apropiada es necesaria para mantener la bioactividad  de la TSH normal. De hecho, ambos α- y β-subunidades de TSH tienen dominios funcionalmente importantes asociados con receptor de TSH (TSHR) de unión y activación.  La α-subunidad TSH tiene dos Asp (N)- ligadas a cadenas de oligosacáridos con una estructura típica biantenaria, mientras  β-subunidad tiene sólo una cadena. La transcripción y mecanismos postransduccionales implicados en la glicosilación es el plegamiento de estas subunidades, que conducen a su heterodimerización.

Estos mecanismos también regulan cualitativamente la secreción de TSH, previenen su degradación intracelular, e influyen en la tasa de filtración de  TSH de la circulación. Una estructura de TSH tridimensional se ha propuesto en la década de 1990 basado en estudios cristalográficos y se han realizado comparaciones con otras hormonas glicoproteína, pero los esquemas no se han confirmado plenamente por estudios más recientes, incluyendo las estructuras de dominio extracelular de la FSH y de la  TSH.

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jueves, 20 de agosto de 2015

317- Endocrinologia: organizaciòn de pruebas dinàmicas

Juan Antonio Lillo Muñoz; Pilar Ocón Sánchez Organización de las pruebas funcionales en el laboratorio clínico. SEQC. Educación continuada En el laboratorio clínico 2011-2012. Ed Cont Lab Clín; 15: 54-67. U.G.D. Laboratorio. Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga.

Introducción

Planificar la evaluación diagnóstica cuado se sospecha una determinada enfermedad es un acto fundamental en la valoración del paciente, útil en el tratamiento, seguimiento y en la toma de decisiones relacionadas con el pronóstico. En distintas áreas de conocimiento se recurre a las pruebas funcionales cuando los resultados de las determinaciones basales o estáticas no son lo suficientemente orientativas o las distintas pruebas complementarias no aportan datos suficientes para llegar a un diagnóstico. Entendiendo, en el marco teórico, que una prueba funcional o test dinámico se podría definir como aquella que permite determinar la capacidad de respuesta de un órgano, conjunto de glándulas (valoración de un eje) o corpúsculo celular (actividad metabólica), poniendo de manifiesto las funciones que le son propias y sirviendo para hacer una valoración integral de su funcionamiento.

Pruebas funcionales en endocrinología

En la actualidad la mayoría de los test dinámicos se realizan en el ámbito de la Endocrinología, disciplina de las pruebas funcionales por excelencia, y por ello dedicaremos este tema principalmente a la organización de las pruebas funcionales en este área de conocimiento y en otras especialidades en las cuales, la confirmación del diagnóstico depende además de los datos clínicos del paciente, de los resultados analíticos y de la exploración de su función hormonal. 

El estudio de la función endocrina se debe realizar siguiendo una forma secuencial o  combinada en los distintos niveles que se describen a continuación:

1.- Evaluación de los niveles hormonales plasmáticos basales o estáticos  
2.- Concentraciones en orina de aquellas hormonas o sus metabolitos en la que esta muetra sea su principal fuente de excreción, 
3- Test dinámicos.- Cuando las determinaciones hormonales en condiciones basales o estáticas no son capaces de esclarecer situaciones de tipo híper, normo o hipofunción de una glándula endocrina o grupo de ellas en estudio, tenemos que acudir a pruebas funcionales que permitan mayor capacidad diagnóstica. 
4.- Investigación de los receptores hormonales de gran utilidad en los estados de resistencia: hormonas tiroideas, Vitamina D etc. y el estudio molecular para la detección de mutaciones

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sábado, 15 de agosto de 2015

316- Instrumentos POCT

Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular- Comité Científico Autores: Paloma Oliver Sáez, Ricardo Alonso Díaz, Javier Lirón Hernández, Vicente Monzó,Xavier Navarro Segarra, José Ángel Noval Padillo, Manuel Otero, Fernando Rodríguez Cantalejo, Catalina Sánchez Mora, Olaia Rodríguez Fraga 

Grupo de Trabajo sobre Pruebas de laboratorio en el lugar de asistencia (POCT ) Recomendación (2015)

1. Introducción
2. Objeto y campo de aplicación
3. Definición y justificación de las pruebas de laboratorio en el lugar de Asistencia al paciente
4. Aspectos tecnológicos de las pruebas de laboratorio en el lugar de Asistencia al paciente
5. Organización y manejo de las pruebas de laboratorio en el lugar de Asistencia al paciente
6. Tendencias futuras
7. Recomendaciones para las pruebas de laboratorio en el lugar de Asistencia al paciente
8. Bibliografía

1. Introducción 

El ámbito sanitario en general y el laboratorio clínico en particular están sometidos a la influencia de una sociedad dinámica que cada vez demanda una atención de mayor calidad y orientada al ciudadano. Las condiciones clínicas de los pacientes, su ubicación y las distintas estrategias terapéuticas requieren que los resultados de las pruebas de laboratorio sean emitidos con la celeridad adecuada para que sean llevadas a cabo las correspondientes actuaciones médicas. La actual estructura y organización del laboratorio ha sido durante muchos años la mejor solución para dar respuesta a las necesidades asistenciales. Este modelo proporciona resultados fiables y de alta calidad pero en determinadas ocasiones tiene como punto débil el tiempo de respuesta total, considerando las fases preanalítica, analítica y postanalítica. 

Distintos avances tecnológicos y la incorporación de microtecnología en instrumentos de reducido tamaño, han hecho posible el acercamiento de algunas pruebas de laboratorio al paciente. La realización de estas pruebas en el lugar de asistencia al paciente es una opción que permite determinar ciertas magnitudes biológicas donde y cuando se necesitan y, al mismo tiempo, ofrecen una nueva visión de la función del laboratorio clínico y una posibilidad de mejora de su cartera de servicios. En ocasiones, la obtención de un resultado fiable de forma inmediata puede tener una enorme trascendencia para la correcta toma de decisiones clínicas. No obstante, existe poca evidencia científica de que el potencial de las pruebas en el lugar de asistencia al paciente para proporcionar resultados más rápidos garanticen necesariamente una mejor evolución clínica de los pacientes. 

Uno de los nuevos aspectos a los que se han de enfrentar los profesionales del laboratorio es aceptar la idea de que algunas pruebas de laboratorio, que tradicionalmente se han llevado a cabo bajo su supervisión, puedan ser realizadas por personal ajeno al mismo, corresponsabilizándose, junto a los profesionales de la unidad asistencial del resultado obtenido. Por este y otros motivos que más adelante se expondrán, una vez que se ha tomado la decisión de llevar a cabo determinaciones como pruebas en el lugar de asistencia al paciente, los profesionales del laboratorio deben involucrarse en el proyecto, liderándolo y ofreciendo el apoyo necesario para su correcto desarrollo. Las pruebas en el lugar de asistencia al paciente pueden realizarse en un gran abanico de ubicaciones que van desde las unidades de cuidados críticos hasta el propio domicilio del paciente. Ha de estudiarse el correcto establecimiento de las necesidades de estas pruebas y su justificación, ya que sólo tienen sentido cuando sustituyen o complementan con ventajas algunas prestaciones de los laboratorios en beneficio de los pacientes..................

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lunes, 10 de agosto de 2015

315- Tiroides: autoinmunidad

Deirdre Cocks Eschler, Alia Hasham, Yaron Tomer.  La etiología de la patología tiroidea autoinmune. Clin Rev Allergy Immunol. 2011; 41(2): 190–97. Department of Medicine, Box 1118, Mount Sinai Medical Center, New York, N.Y. 10029, 

Resumen

Se ha hecho un progreso significativo en nuestra comprensión de los mecanismos que conducen a las enfermedades tiroideas autoinmunes (AITD). Por primera vez, estamos empezando a desentrañar estos mecanismos a nivel molecular. La AITD, que incluye la enfermedad de Graves (GD) y la tiroiditis de Hashimoto (HT), son enfermedades autoinmunes comunes que afectan a la tiroides. Ellos tienen una etiología compleja que involucra  influencias genéticas y ambientales.  Siete genes han demostrado contribuir a la etiología de la AITD. El primer gen AITD descubierto, HLA-DR3 se asocia tanto con GD y HT. Más recientemente esta asociación se investigó a nivel molecular cuando se demostró que la sustitución de los aminoácidos neutros Ala o Gln con arginina en la posición beta 74 en la unión al péptido HLA-DR es el cambio de secuencia específica que causa AITD. Los genes no-MHC que confieren susceptibilidad a AITD se pueden clasificar en dos grupos: 1) genes reguladores inmunes (por ejemplo, CD40, CTLA-4, PTPN22); 2) genes tiroides específica -tiroglobulina, y genes del receptor de TSH. Estos genes interactúan con los factores ambientales, como la infección, probablemente a través de mecanismos epigenéticos para desencadenar la enfermedad. En esta revisión se resumen los hallazgos más recientes sobre la susceptibilidad a enfermedades y la modulación por factores ambientales.

Introducción

Las enfermedades tiroideas autoinmunes (AITD) son las enfermedades endocrinas autoinmunes mas comunes en los EE.UU.  A pesar de que ambas enfermedades manifiestan infiltración de la tiroides con la linfocitos reactivos tiroideos, el resultado final es el de dos síndromes clínicamente opuestas: la tiroiditis de Hashimoto (HT) que se manifiestan por hipotiroidismo y la enfermedad de Graves (GD) se manifiestan por hipertiroidismo. En la HT la infiltración linfocítica de la glándula tiroides conduce a la apoptosis de las células de la tiroides y al hipotiroidismo . En contraste, en la GD la infiltración linfocítica de la  tiroides conduce a la activación de receptor de TSH (TSHR), y las células B que secretan anticuerpo estimulante reactivo TSHR  que causan hipertiroidismo. GD y HT son enfermedades complejas y su etiología implica  influencias genéticas y ambientales . Hasta hace 15 años, el gen conocido para AITD fue HLA-DR3. Sin embargo, con el advenimiento de nuevas herramientas genómicas y la finalización del Genoma Humano y los proyectos nuevos del HapMap han sido identificados genes no HLA y han sido indetificados sus efectos funcionales en la etiología de la enfermedad . En esta revisión se resumen los principales avances recientes en nuestro entendimiento de las contribuciones genéticas y ambientales a la etiología de AITD. Los estudios futuros más probable serán investigar las interacciones epigenéticas entre los genes de susceptibilidad AITD y los desencadenantes ambientales de la enfermedad.

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miércoles, 5 de agosto de 2015

314- Diabetes : autoinmunidad

Kimber M Simmons, Aaron W Michels. Diabetes tipo 1: Una enfermedad predecible. World J Diabetes. 2015 April 15; 6(3): 380-390. Center for Childhood Diabetes, University of Colorado Denver, CO, USA.

Resumen

La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es una enfermedad autoinmune caracterizada por la pérdida de las células beta productoras de insulina y la dependencia de insulina exógena para la supervivencia. La DM1 es una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia y su incidencia está aumentando, especialmente en niños menores de 5 años de edad. En los individuos con una predisposición genética, un disparador no identificado inicia una respuesta inmune anormal y el desarrollo de autoanticuerpos dirigidos contra proteínas de los islotes en las células beta productoras de insulina. Actualmente hay cuatro autoanticuerpos-islotes bioquímicos medidos en el suero dirigido contra: la insulina, glutámico descarboxilasa,  antígeno islote 2 y el transportador de zinc . El desarrollo de los autoanticuerpos de los islotes se produce antes del diagnóstico clínico de la diabetes Tipo 1, por lo que la DT1 es una enfermedad previsible en un individuo con dos o más autoanticuerpos.  La detección de autoanticuerpos de ,los islotes todavía se hace principalmente a través de los estudios de investigación, pero los esfuerzos están en marcha para atender a la población general. Los beneficios de la detección de autoanticuerpos de los islotes permitirían la disminución de la incidencia de cetoacidosis diabética que puede ser mortal, iniciar la terapia con insulina antes en el proceso de la enfermedad, y evaluar terapias seguras y específicas en los grandes ensayos clínicos aleatorios de intervención para retrasar o prevenir la progresión de la aparición de la diabetes.

Introducción

La diabetes mellitus  tipo 1 (DM1) es una enfermedad crónica causada por la destrucción inmune de las células beta productoras de insulina en el páncreas . La destrucción de las células beta origina insuficiencia de insulina, y los pacientes desarrollan hiperglucemia peligrosa para la vida que se manifiesta clínicamente con la pérdida de peso, poliuria y polidipsia . 

La mayoría de los pacientes que desarrollan DM1 tienen genes antígeno leucocitario humano (HLA) de alto riesgo. Los autoanticuerpos de los islotes se pueden medir en el suero de estos individuos de alto riesgo, años antes de la aparición de cualquier síntoma clínico, haciendo de la DM1 una enfermedad previsible.  Se han completado múltiples ensayos de prevención en pacientes con genes HLA de alto riesgo o en pacientes que tienen autoanticuerpos medibles pero hasta la fecha, ningún ensayo ha impedido la aparición de DM1. 

Los datos indican que el proceso de la enfermedad se puede retrasar por la administración de insulina oral para inducir a las células T reguladoras específicas de insulina en el intestino, lo que resulta en una disminución de la inflamación en el páncreas. 

Esta revisión resume la epidemiología, factores de riesgo y la patogénesis de la DM 1. La revisión también examina el objetivo de la detección de la población en general para el riesgo de DM1 y formas de  prevención de aparición de la enfermedad en los individuos en la etapa pre-clinica.

Epidemiología

La DM1 es una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia y se está diagnosticando a un ritmo creciente en los adultos. La tasa de incidencia varía considerablemente según la región geográfica. Suecia, Finlandia, Noruega, Reino Unido, y Cerdeña tienen la mayor incidencia de la DM 1 con una tasa ajustada por edad de 20/100000 pacientes-año. En comparación, los Estados Unidos tiene una tasa de incidencia de 17,8/ 100.000 pacientes-año en una población predominantemente de raza caucásica. China y América del Sur tienen la menor incidencia de DM1, reportando menos de 1/100.000 pacientes-año.

La tasa de diagnóstico DM1 está aumentando en la mayoría de los países, con un aumento espectacular en  niños de menos de 5 años de edad. La incidencia anual de DM1 está aumentando a nivel mundial en un 2,3% por año y se estima que en USA el aumento es del 2,7-2,8% en los jóvenes blancos no hispanos. Las grandes registros, tanto en Europa como en Estados Unidos muestran picos de incidencia de DM1 entre 5 a 7 años de edad y  cuando los niños entran en la pubertad . A diferencia de la mayoría de las enfermedades autoinmunes, la DM1 es más común en hombres que en mujeres. 

El riesgo de desarrollo de DM1 en la población general es de 1: 300. En los niños que tienen un hermano relacionados genéticamente, el riesgo se incrementa a 1:7 y es mayor en niños menores de 5 años de edad. Los hijos de madres con DM1 tiene un riesgo aproximadamente al 3% y el linaje de los padres puede llevar aproximadamente a un riesgo del 5%. Causas genéticas confieren riesgo para el desarrollo de DM1, al igual que la variación estacional y el mes de nacimiento lo que sugiere una influencia ambiental sobre la patogénesis de la enfermedad. Los niños nacidos en la primavera tienden a estar en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, mientras que el diagnóstico se incrementa durante las temporadas climáticamente frías. Esta es una asociación epidemiológica que requiere mayor investigación...............

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jueves, 30 de julio de 2015

313- Autoinmunidad hepática

Eduardo Luiz Rachid Cancado, Clarice Pires Abrantes-Lemos, Debora Raquel B. Terrabuio. La importancia de la detección de autoanticuerpos en hepatitis autoinmune. Frontiers in Immunol. 2015; 6: 222. Department of Gastroenterology and Clinical Hepatology of Hospital das Clinicas, University of São Paulo School of Medicine, São Paulo, Brazil y otros.

Introducción

Los autoanticuerpos en la hepatitis autoinmune (HAI) son ampliamente utilizados para su diagnóstico y clasificación y además también son útiles para definir el pronóstico e inferir en el comportamiento clínico.

Diagnóstico y Clasificación de la HAI

Hay, un sistema de puntuación simplificada basado en sólo cuatro parámetros: i) ausencia de anticuerpos contra la hepatitis viral,  ii) aumento de niveles de IgG,  iii) características histológicas típicas y iv) reactividad de autoanticuerpos hepáticos (cada uno con una puntuación máxima de dos puntos por debajo de las especificaciones estándar).  (En algunos casos complejos en donde la biopsia no es posible de realizar, se pueden utilizar sistemas de puntuación combinando ciertos factores clínicos y de laboratorio)

Como se indica en la interpretación de estos criterios simplificados, no es posible tener un diagnóstico definitivo sin reactividad para autoanticuerpos, pero esto no es cierto. De acuerdo con los criterios clásicos para el diagnóstico de HAI, la importancia de las pruebas de autoanticuerpos se distribuyen entre varios parámetros parámetros. Sólo los pacientes adultos con la reactividad de autoanticuerpos en dilución mayor de 1/80 en los marcadores clásicos que involucran a  los anticuerpos anti-músculo liso (ASMA), anticuerpos antinucleares (ANAs) y anticuerpos anti-hígado/riñón tipo microsomal (anti-LKM1) que tienen 3 puntos. Cuando estos marcadores estan ausentes, otros anticuerpos secundarios como el  anticuerpo anti-soluble/antígeno páncreas (anti-SLA/LP) y el hígado citosol tipo 1 (anti-LC1), deben ser probado. Es posible llegar a un diagnóstico definitivo de HAI sin ninguna reactividad de estos autoanticuerpos, y esto ocurre en aproximadamente el 5-10% de todos los casos HAI.

La reactividad de autoanticuerpos en HAI es crucial para su clasificación. ASMA y ANA son marcadores  tipo 1 y el  anti-(HAI-1) y anti-LKM1 y ant-LC1  son marcadores  tipo 2 (HIA-2) . Los anticuerpos anti-SLA / LP se consideraron inicialmente los marcadores de un tercer tipo de HAI, pero este tema sigue siendo objeto de debate. Los principales autoanticuerpos,  sus antígenos diana correspondientes y las técnicas para su detección, se muestran en la Tabla 1 del artículo

Anticuerpos anti-musculo liso, antimicrofilamentos y anti-actina

Los anticuerpos anti-músculo liso fueron descritos inicialmente en secciones histológicas del estómago de roedores en 1965, con la reactividad en la muscularis mucosae, que es la submucosa de las paredes de los vasos, y las capas musculares. Sin embargo, los patrones observados en secciones de riñón producen más información debido a que el antígeno diana para el ASMA es la forma filamentosa de actina (F-actina), y esta información se proporciona a través de la presencia de un patrón tubular (una reacción fluorescente en los vasos, glomérulos y fibrillas dentro de las células tubulares en secciones de riñón de roedores no fijadas).

Para detectar correctamente los anticuerpos anti-F-actina es necesario identificar la reactividad de microfilamentos en cultivo celular por inmunofluorescencia indirecta. Para visualizar mejor los microfilamentos en las células en bajas diluciones, se debe calentar e inactivar las muestras de suero a 56°C durante 30 min o diluirlas en soluciones  quelantes de calcio para inactivar un suero lábil y una proteina calcio-dependiente que corta la F-actina del sustrato , llamado gelsolina.

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sábado, 25 de julio de 2015

312- Recomendaciones sobre anticuerpos antinucleares

Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) Comité Científico. Comisión de Enfermedades Inmunológicas: I. Alarcón Torres, C. González Rodríguez, J. Jiménez Jiménez, A. Fernández Suárez y M. Alsina Donadeu. Actualización en el manejo de los anticuerpos antinucleares en las enfermedades autoinmunes sistémicas. Recomendación (2014)

1. Introducción
2. Objetivo y campo de aplicación
3. Definición
4. Guías de práctica clínica y recomendaciones para el manejo de
los ANA en las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS)
4.1. Aspectos relacionados con la metodología del laboratorio
4.2. ANA en sujetos asintomáticos y otras enfermedades
4.3. Recomendaciones metodológicas
4.4. Recomendaciones para el informe de resultados de los ANA
5. Manejo clínico de los ANA en el diagnóstico de las EAS
5.1. Lupus eritematoso sistémico
5.2. Esclerosis sistémica
5.3. Polimiositis/dermatomiositis
5.4. Síndrome de Sjögren
5.5. Fenómeno de Raynaud
5.6. Artritis crónica juvenil
5.7. Artritis reumatoide
5.8. Lupus eritematoso inducido por fármacos
5.9. Enfermedad mixta del tejido conectivo
6. Manejo clínico de los ANA en la monitorización y pronóstico
7. Recomendaciones para el manejo de los ANA en las EAS
8. Bibliografía
ANEXO: Abreviaturas

1-. Introducción

Las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS) son un grupo de enfermedades de expresión clínica muy amplia y variada, con un curso crónico caracterizado por comprometer múltiples órganos. En este grupo de enfermedades se encuentran el lupus eritematoso sistémico (LES), la  polimiositis/ dermatomiositis (PM/DM), la esclerosis sistémica (ES), la artritis reumatoide (AR), la artritis crónica
juvenil (ACJ), la enfermedad mixta del tejido conectivo (EMTC) y el síndrome de Sjögren (SS). El diagnóstico de estas enfermedades es difícil ya que suelen debutar de manera inespecífica con poliartralgias, polimialgias, fiebre de origen desconocido, alteración de la función renal o hepática e hipergammaglobulinemia.

La expresión de “anticuerpos antinucleares” (ANA) y “anticuerpos extraíbles del núcleo” (ENA) no son términos técnicamente correctos ya que no cubren todo el espectro de autoanticuerpos relevantes. Con la determinación de los ANA se pueden detectar anticuerpos dirigidos contra el núcleo y también contra elementos no nucleares, incluyendo componentes de la envoltura nuclear, aparato del huso mitótico, citoplasma, otros orgánulos citoplasmáticos y membranas celulares, por ello se ha propuesto la denominación de anticuerpos anticelulares que abarca todas las distintas especificidades de los ANA. La determinación de ENA revela la presencia de anticuerpos frente a determinados antígenos que en la realidad, no son ni extraíble ni nucleares. Por lo tanto, se ha sugerido cambiar estos términos obsoletos por otros más apropiados, tales como anticuerpos anticelulares y anticuerpos específicos, respectivamente.  Este cambio en la nomenclatura requiere un amplio consenso y un período de adaptación. 

La presencia de los anticuerpos anticelulares, frente al núcleo (ANA) o frente a distintas especificidades, se considera criterio diagnóstico para algunas de estas enfermedades por lo que su determinación en suero se ha convertido en una práctica habitual e imprescindible para el estudio de las EAS. Por ello, con el fin de establecer las directrices para el uso adecuado de estas determinaciones, el American College of Rheumatology (ACR) y otros grupos de expertos han desarrollado guías de práctica clínica (GPC) y recomendaciones internacionales para el manejo de estas pruebas inmunológicas en el laboratorio de autoinmunidad. Estas guías establecen las pautas para mejorar la eficiencia y eficacia en el diagnóstico, monitorización y pronóstico de la enfermedad 

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lunes, 20 de julio de 2015

311- Hematologia en el lupus eritematoso sistemico

Anum Fayyaz, Ann Igoe, Biji T Kurien, Debashish Danda, Judith A Jame. Haraldine A Stafford, R Hal Scofield.  Manifestaciones hematológicas del lupus. Lupus Sci Med. 2015; 2(1). Arthritis & Clinical Immunology Program, Oklahoma Medical Research Foundation, Department of Medicine, University of Oklahoma, Health Sciences Center, Medical Service, Department of Veterans Affairs Medical Center, Oklahoma City, Oklahoma, USA.

Resumen

Nuestro objetivo fue recopilar información sobre las manifestaciones hematológicas de lupus eritematoso sistémico (LES). A saber: leucopenia, linfopenia, trombocitopenia, anemia hemolítica autoinmune (AHAI), púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) y mielofibrosis. Durante nuestra búsqueda en MEDLINE, no pusimos restricción en la fecha de publicación. Por lo tanto, hemos revisado los estudios recientes y la mayoría de los anteriores con el titulo de SLE en combinación con cada manifestación. La neutropenia puede conducir a la morbilidad y la mortalidad por aumento de la susceptibilidad a la infección. La neutropenia severa puede ser tratada con éxito con el factor estimulante de colonias de granulocitos. Si bien está relacionado con la actividad de la enfermedad, no existe una terapia específica para la linfopenia. La linfopenia severa puede requerir el uso de la terapia profiláctica para prevenir infecciones oportunistas. La púrpura trombocitopénica idiopática en forma aislada quizá sea la primera manifestación de LES por meses o incluso años. Algunas manifestaciones de lupus se producen con mayor frecuencia asociadas con bajo recuento de plaquetas, por ejemplo en la manifestaciones neuropsiquiátricas, anemia hemolítica, síndrome antifosfolípido y la enfermedad renal. La trombocitopenia puede ser considerado como un importante indicador de pronóstico de supervivencia en pacientes con LES. Las modalidades de tratamiento médico, quirúrgico y biológicos son revisados ​esta presentaciòn. La terapia de primera línea siguen siendo los glucocorticoides. A través de nuestra revisión, incluimos glucocorticoides que producen una respuesta inicial en la mayoría de los pacientes, pero es poco probable que se mantenga como tratamiento a través del tiempo. Los glucocorticoides se utilizan como terapia de primera línea en pacientes con LES que tienen AHAI, pero no hay pruebas concluyentes como terapia de segunda línea. El rituximab es prometedor en casos refractarios y no responde en los casos de AHAI. La PTT no está reconocido como un criterio para la clasificación de la LES, pero hay un solapamiento considerable entre las características que presentan de PTT y LES,  Algunos pacientes con LES tienen PTT concurrente. La mielofibrosis es una manifestación poco frecuente pero bien documentado en la LES. .

Introducción

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune sistémica prototípica con compromiso multisistémico variable y características clínicas heterogéneas, que van de leve a potencialmente mortal. No existe una prueba estándar de oro para el diagnóstico de LES, por lo tanto, la determinación de la presencia de esta enfermedad, además de ser un diagnóstico de exclusión, descansa en última instancia en el juicio del médico.

El primer criterio de clasificación para el LES fue desarrollado en 1971 por la American Rheumatism Association, predecesor de la American College of Rheumatology (ACR). Las pruebas inmunológicas fueron incorporados y los criterios que fueron revisados sobre clasificación de LES fueron publicados en 1982. En 1997, esta clasificación se sometió a otra revisión y fue incluido el avance del conocimiento sobre la asociación de anticuerpos antifosfolípido.

Aunque los criterios son ampliamente aceptados y utilizados, se presentan sólo unas pocas manifestaciones posibles de LES. El Systemic Lupus International Collaborating Clinics (SLICC) Classification Criteria comprenden 11 criterios clínicos y 6 inmunológicos. En contraste con los criterios del ACR, los criterios del SLICC requieren por lo menos un criterio clínico y uno inmunológico para la clasificación de LES. La anemia hemolítica autoinmune (AHAI), la leucopenia y la trombocitopenia son considerados en los criterios del ACR y SLICC.

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(*) Este blog de bioquímica-clínica no persigue fin de lucro alguno. Está destinado a profesionales bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den al mismo. 



jueves, 16 de julio de 2015

310- Diferencia de marcadores cardíacos entre hombre y mujeres

Shweta R. Motiwala, Amy Sarma, James L. Januzzi, Michelle L. O'Donoghue ¿Los biomarcadores en síndromes coronarios agudos y en la insuficiencia cardíaca deben interpretarse de manera diferente en los hombres y las mujeres? Clin Chem 2014; 60 (1) 35-43. Massachusetts General Hospital, 55 Fruit St., Boston, MA-USA

Antecedentes:  existen diferencias basadas en el sexo en las concentraciones circulantes de algunos biomarcadores  en pacientes con síndromes coronarios agudos (SCA) y con insuficiencia cardíaca (IC). Sin embargo, hasta la fecha, pocos estudios han comparado la utilidad diagnóstica y pronóstica de estos marcadores en los hombres frente a las mujeres.

Contenido:  este mini-review contiene una discusión de los informes publicados de los estudios que han explorado si existen diferencias en las concentraciones de biomarcadores entre hombres y mujeres con SCA o IC. También examina los estudios que han comparado la utilidad de los biomarcadores para el diagnóstico o el riesgo de estratificación en las mujeres frente a los hombres. Debido a que los biomarcadores se utilizan a menudo para tomar decisiones terapéuticas  y de monitoreo en la atención de paciente con sus  potenciales implicaciones clínicas se discute lo relacionado con el establecimiento de valores de referencia de estos marcadores en ambos sexos.

Resumen: a pesar de que las distribuciones de concentración pueden ser diferentes entre hombres y mujeres para ciertos biomarcadores de utilidad clínica, las implicaciones diagnósticas de estas observaciones siguen sin ser claros. Debido a que las vías fisiopatologicas de la SCA  y la IC pueden diferir entre los sexos, se necesita más investigación para evaluar mejor la utilidad diagnóstica y pronóstica de estos biomarcadores en los hombres frente a las mujeres.

Introducción

Aunque las tasas de mortalidad ajustadas por edad han disminuido progresivamente durante las últimas décadas, hay 5 enfermedad sigue siendo la principal causa de muerte en hombres y mujeres en el mundo occidental. Como nuestro arsenal de opciones terapéuticas en el tratamiento de los SCA y la IC sigue creciendo, hay un interés continuo en el desarrollo de estrategias que pueden ayudar a identificar a los individuos con mayor riesgo de resultados adversos y los que pueden obtener un mayor beneficio neto de las terapias basadas en la evidencia. Con ese fin, varios nuevos biomarcadores han demostrado ser útiles para la estratificación del riesgo en pacientes con SCA e IC. Además, un subconjunto de estos biomarcadores puede ayudar a identificar a los pacientes que obtienen mejores beneficio en la utilización de  estrategias de tratamiento particular. Aunque los datos emergentes sugieren que la fisiopatología de la SCA y la IC puede diferir entre los sexos, poco se sabe acerca de la utilidad diagnóstica y pronóstica relativa de estos biomarcadores en los hombres frente a las mujeres.

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miércoles, 15 de julio de 2015

Facultad de Pseudociencias

Este texto pertenece al libro  "100 ideas. El libro para pensar y discutir en el café", de Mario Bunge, cuya nueva edición, revisada por el autor y con nuevo prólogo, forma el sexto título de la Biblioteca Bunge de Editorial Laetoli (26-09-2014) - Publicado en el Diario El País

N del E: La información que contiene esta página queda bajo responsabilidad del autor del libro y solo intenta que los lectores sonrían un rato.

...........Las pseudociencias, tales como la astrología y la quiromancia, siempre han sido populares, a menudo más que las ciencias. Ahora, cuando está de moda exigir que las universidades satisfagan la “demanda del mercado” habría que enseñarlas abierta y sistemáticamente, en lugar de hacerlo solapadamente en las facultades de humanidades. El consumidor tendría que poder elegir libremente entre la Facultad de Ciencias y la Facultad de Pseudociencias. Y el diploma debiera autorizar a ejercer la profesión.

.............Esta idea no es mía ni nueva; hace casi un siglo Freud, el fundador de la pseudociencia más exitosa del siglo pasado, propuso un plan detallado de una Facultad de Psicoanálisis en la Universidad de Viena. Su plan de estudios incluía numerosos cursos de psicoanálisis, mitología y literatura. Nada de psicología experimental ni de neurociencias, desde luego, porque quienes trabajan en estos campos tienen la nefasta manía de exigir pruebas.

...........El empresario académico que se propusiera crear una Facultad de Pseudociencias no tendría la menor dificultad en reclutar profesorado ni alumnado. El defecto del plan de Freud es que era unilateral: sólo incluía el psicoanálisis. El mío es amplio y abierto: incluye todas las principales pseudociencias conocidas, así como las por inventar. 

En efecto, mi plan de estudios de la Licenciatura en Pseudociencias es el que sigue.

Primer año: Introducción a las pseudociencias, Historia de las pseudociencias, Astrología, Alquimia, Piramidología, Demonología. 
Trabajos prácticos: transmutación de plomo en oro; construcción de horóscopos; búsqueda de napas de agua mediante la horqueta; levitación; reconstrucción de una pirámide egipcia; entrar en contacto espiritual con un demonio.

Segundo año: Homeopatía, Naturopatía, Psicoanálisis freudiano, Numerología. 
Trabajos prácticos: manufactura de remedios homeopáticos para curar el cáncer, la diabetes o el mal de amores; identificar el complejo relacionado con la bisabuela materna; hallar el significado simbólico del número de Avogadro. ¿Se legitimizan el autoengaño y la estafa al enseñarlos en la universidad?

Tercer año: Psicoanálisis jungiano, Parapsicología, Memética, Psicología evolutiva, Grafología, Seminario I.  Trabajos prácticos: encontrar las sincronías entre tsunamis y terremotos políticos; tocar la flauta a distancia; explicar la última de las 10.000 religiones registradas en los EEUU como una adaptación al medio ambiente del Paleolítico; hallar el significado simbólico de los sueños de un terrorista notorio.

Cuarto año: Diseño inteligente (ex-Creacionismo científico), Astronomía de universos paralelos, Medicina holística, Genética egoísta, Psicoanálisis lacaniano, Derecho del ejercicio ilegal de la medicina, Filosofía de la pseudociencia, 
Seminario II. Trabajos prácticos: averiguar los designios del Altísimo cuando diseñó el piojo y la muela del juicio; averiguar algunos rasgos de un universo en el que fallen las leyes de la termodinámica; diagnóstico y tratamiento holístico del callo plantal; buscar el gen de la afición al fútbol, al póquer o a la pseudociencia; inventar trucos para evitar pleitos iniciados por clientes desagradecidos; elaborar una filosofía de la ovnilogía, la reflexología, el psicoanálisis o la memética.

Los seminarios I y II se dedicarían a estudiar teorías o prácticas situadas entre la ciencia y la pseudociencia, tales como las teorías de cuerdas, del comienzo del universo a partir del vacío y de la elección racional.

Preveo que el empresario académico que se propusiera crear una Facultad de Pseudociencias no tendría la menor dificultad en reclutar profesorado ni alumnado, sobre todo por cuanto en este campo no caben pruebas de idoneidad. Tampoco tendrá dificultad alguna en formar una biblioteca especializada en pseudociencias, como puede comprobarse visitando cualquier librería. Pero seguramente el empresario tendría que hacer frente a la competencia de las facultades de ciencias, medicina e ingeniería. 

En este caso podrá recurrir a los argumentos siguientes, que ofrezco sin cargo.

· Primero: la libertad académica incluye la libertad de enseñar cualquier cosa, incluso que dos más dos es igual a siete y que la Tierra es plana.
· Segundo: puesto que la ciencia es falible, es posible que la pseudociencia de hoy sea la ciencia de mañana.
· Tercero: en la época posmoderna todo es relativo, no hay verdades objetivas ni es necesario poner a prueba lo que se conjetura.
· Cuarto: el tiempo es oro, y se lo ahorra aprendiendo una pseudociencia en lugar de una ciencia.
· Quinto: el instrumental que necesita la investigación experimental se está haciendo tan costoso que incluso a los países más poderosos les convendría cultivar disciplinas que no requieren experimento alguno.
· Sexto: la universidad posmoderna es una empresa, y como tal tiene el derecho y el deber de suministrar los productos que demande el consumidor.
· Séptimo: en ciertos países ya funcionan facultades de humanidades en las que sólo se enseñan doctrinas posmodernas (por ejemplo, que la historia es una rama de la literatura) y facultades de psicología en las que se enseña exclusivamente el psicoanálisis. La facultad que propongo no hace sino generalizar y proclamar abiertamente lo que otras hacen en forma estrecha y solapada.

Estos argumentos me parecen impecables. Sólo me asaltan tres dudas. 

Primera: ¿se legitimizan el autoengaño y la estafa al enseñarlos en la universidad? 
Segunda: ¿es necesario que la universidad deje de ser el principal taller de búsqueda de verdades? 
Tercera: dado que el derecho al macaneo es uno de los derechos del hombre, ¿por qué exigir diploma para ejercerlo?

http://elpais.com/elpais/2014/09/26/ciencia/1411758492_579724.html

Mario Bunge actualmente  es profesor de Lógica y Metafísica en la Universidad McGill en Montreal, Canada donde imparte clase desde 1966. Ha sido distinguido con dieciséis doctorados honoris causa y cuatro profesorados honorarios por universidades de las Américas y Europa. Es miembro de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (1984) y del Royal Society of Canada (1992). En 1982 fue galardonado con el 'Premio Príncipe de Asturias'; en 2009 el con el Guggenheim Fellowship y en 2014 fue galardonado con el premio Ludwig von Bertalanffy en Complexity Thinking.

(*) Este blog de bioquímica-clínica no persigue fin de lucro alguno. Está destinado a profesionales bioquímicos y médicos...........y a veces intenta que se diviertan un poco 

viernes, 10 de julio de 2015

309- 25 (OH) Vitamina D

Q&A: Expertos Mitchell G. Scott, Moderator1, Ann M. Gronowski, Moderator, Ian R. Reid, Michael F. Holick,  Ravi Thadhani, Karen Phinney. Vitamina D: Cuanto más conocemos ....menos sabemos  Clin Chem 2015;  61 (3) 462-465. División de Laboratorio y Medicina Genómica,  Facultad de Medicina, Universidad de Washington. USA

Durante los últimos 20 años se han realizado numerosos estudios, incluyendo NHANES III (the National Health and Nutrition Examination Survey III), el Women's Health Study, y el  Nurses' Health Study,  que muestra una asociación entre la disminución de la concentración en sangre de la 25-hidroxivitamina D[25(OH)D] y el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, cáncer, fracturas, y la mortalidad 

Hace aproximadamente 10 años, estos estudios llevaron las recomendaciones de varias sociedades profesionales mencionado que la  definición de deficiencia de 25(OH)D  puede cambiar entre menos de 20ng/ml (50 nmol /L) y menos de 30 ng/ml (75 nmol/L). Nosotros en USA y otras instituciones vimos que el número de solicitudes de  pruebas de 25 (OH) D se incremento entre  5 y 6 veces entre 2004 y 2007. Por otra parte, al utilizar el corte menor de 30 ng/ml (75nmol/L) para definir la deficiencia de 25 (OH ) D se involucró a   casi la mitad de la población analizada en un gran hospital del Medio Oeste de Estados Unidos, como población deficiente vitamina D.

A finales de 2010, el Institute of Medicine (IOM)) publicó un informe mencionando que  es poco probable que los suplementos de vitamina D sea beneficiosa para cualquier condición que no sea la salud ósea y que las concentraciones en sangre de 20 ng / ml (50 nmol / L) o mayor fueron suficientes para el mantenimiento de la misma. Desde entonces, varios meta-análisis han demostrado que las concentraciones de 25(OH)Vit D se asocian con un riesgo para cualquiera de las enfermedades crónicas no esqueléticos antes mencionados, con la posible excepción de las fracturas. 

Hay mayores complicaciones al relacionar la  asociación entre las concentraciones de  25 (OH) D en sangre con sus niveles de riesgo, por falta de acuerdos en los métodos de inmuno-ensayos (por ejemplo, las diferencias que se observan en la identificación de 25(OH)D2 y 25(OH)D3  para lo cual se están haciendo esfuerzos necesarios para estandarizar estos métodos

Para complicar aún más lo que sabemos y no sabemos es  reciente el descubrimiento de polimorfismos genéticos en vitamina D vinculados a proteínas (VDBPs) que discriminan pacientes de raza negra y  blanca, que puede explicar la paradoja de que los negros que tienen concentraciones en sangre de 25(OH) D más bajas que los blancos tienen más altos sus índices de  densidad ósea. Estos estudios sugieren que tal vez deberíamos estar buscando niveles de  "bio-disponible" de 25 (OH) D en lugar de "medir" la 25 (OH) D total. 

En esta presentación, 4 expertos que han contribuido para para que conozcamos  lo que sabemos sobre  25 (OH) D , mencionaran cual debería ser la dirección de lo que no conocemos y hacia donde podemos r diriginos.

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domingo, 5 de julio de 2015

308- Síndrome metabólico en mujeres

Aruna D. Pradhan. Diferencias entre sexos en el síndrome metabólico: Implicaciones para la Salud cardiovascular de la mujer. Clin Chem 2014; 60 (1) 44-52. Division of Preventive Medicine, Brigham and Women's Hospital, 900 Commonwealth Ave. East, Boston, MA

Antecedentes:    El síndrome metabólico es una condición clínica caracterizada por la presencia de múltiples factores de riesgo inter-relacionados con la diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Sus características incluyen disglucemia, aumento de la presión arterial, aumento de los triglicéridos, disminución de las concentraciones de colesterol HDL, y obesidad (en particular, la obesidad abdominal). La biología subyacente, los criterios diagnósticos óptimos, y las implicaciones clínicas, una vez diagnosticado, han sido motivo de un intenso debate. A pesar de las controversias en estas áreas, ahora hay un consenso general de que la agrupación de  factores de riesgo observados significan un riesgo cardiovascular elevado.

Contenido: La influencia del sexo en la expresión clínica y la fisiopatología del síndrome es poco reconocida, y es un tema de creciente importancia dado el alarmante aumento de la prevalencia entre las mujeres jóvenes. Este mini-review destacará las diferencias sexuales en la epidemiología, etiología, biología, y la expresión clínica del síndrome metabólico. En particular, las diferencias sexuales claves que incluyen distinciones en:  (a) la prevalencia de disglucemia, (b) la distribución de la grasa corporal, (c) el tamaño y función de los adipocitos, (d) la regulación hormonal del peso corporal y la adiposidad, y (e) la influencia de los estrógenos que inciden en el factor de riesgo.

Resumen: La acumulación de  los datos emergentes demuestra convincentemente que existe una heterogeneidad significativa entre hombres y mujeres en el desarrollo del síndrome metabólico, en buena relación con la regulación hormonal en la distribución de la grasa corporal y alteraciones metabólicas concomitantes.

Desde su inicio hasta los criterios clínicos codificados

En 1988, en su seminal Banting Award Lecture, Reaven propuso que la resistencia a la insulina es de importancia fundamental en la agrupación de anomalías que aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, y que  también contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Se especuló que la pérdida o defecto en la acción de la insulina y la hiperinsulinemia compensatoria fue el factor que se une para esta condición, que él denomina síndrome X. Desde ese momento, una gran cantidad de datos publicados han demostrado que la resistencia a la insulina, detectado por diversos métodos, es un factor clave asociado con el aumento de la glucosa en sangre, el exceso de grasa corporal, aumento de la presión arterial, y anormalidades de colesterol, que alternativamente han sido nombrados el "cuarteto de la muerte", el síndrome de resistencia a la insulina, el síndrome cardiometabólico , y ahora más comúnmente, el síndrome metabólico .

La primera definición formal de síndrome metabólico (MET) fue propuesta en 1998 y finalizó en 1999 por el WHO Consultation Group sobre la definición de la diabetes . La presencia de resistencia a la insulina se destacó como un mecanismo subyacente, y las pruebas de resistencia a la insulina o disglucemia era un requisito básico. La estimación de la  relación cintura-cadera o el estimado de adiposidad como  Indice de Masa Corporal (IMC)] fue calificado como 1 de los 5 criterios restantes. 

Como la mayoría de los médicos no pueden medir fácilmente índices directos de la resistencia a la insulina, en la práctica clínica habitual, se necesitaba un enfoque diagnóstico simplificado para establecer e identificar, a bajo costo, las personas que pueden tener el síndrome. Para ello, durante los últimos 15 años se han desarrollado los criterios de diagnóstico y han sido refrendados por diversos organismos, como el  European Group for the Study of Insulin Resistance el National Cholesterol Education Program (NCEP) Adult Treatment Panel III, el American College of Endocrinology , el International Diabetes Federation (IDF), y más recientemente en 2009, la definición propuesta por la reunión del IDF, National Heart, Lung,y el  Blood Institute…….

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martes, 30 de junio de 2015

307- Estudios clínicos y epidemiológicos

Mark D. Kellogg, Moderator, Christina Ellervik, David Morrow, Ann Hsing, , Evan Stein, Amar A. Sethi,  Consideraciones preanalíticas en el diseño de ensayos clínicos y estudios epidemiológicos. Clinical Chemistry, 2015;  61( 6) 797-803. Boston Children's Hospital, 300 Longwood Ave., Boston, MA , USA

Los ensayos clínicos y epidemiológicos y la mayoría de los tipos de investigación clínica incluyen la recolección de muestras biológicas que serán analizadas  inmediatamente o en el futuro  para investigar los biomarcadores relacionados con las hipótesis del estudio. Los biomarcadores a medir incluyen aquellos utilizados para para diagnostico, para  detectar efectos secundarios nocivos (por ejemplo, pruebas de función hepática y renal) o para seguir la evolución de de intervenciones terapéuticas.  Estas muestras también se pueden utilizar para el descubrimiento de nuevos biomarcadores. Sean cuales sean los objetivos del estudio, la calidad de los resultados del estudio dependerá en gran medida de la calidad de las muestras obtenidas y su posterior análisis. Se ha observado que  el mayor componente de error total en el laboratorio clínico que se relaciona con la fase pre-analítica, probablemente transmitirá el mismo error en los ensayos clínicos y estudios epidemiológicos. La estandarización de las variables pre-analíticas no es algo trivial y es esencial para asegurar resultados exitosos de estos estudios. La competencia del personal que realiza estas pruebas, su formación y comprensión de los procedimientos de recolección y procesamiento de la muestra, deben se seguros. Las muestras deben ser manejados de una manera idéntica en todo momento y en todos los lugares, y los procedimientos deben estar en su lugar para evitar futuros problemas. Estos son sólo unos pocos de los problemas encontrados durante la fase preanalítica. 

En  esta sección de Preguntas y Respuestas  varios profesionales con  amplia experiencia en estudios nacionales e internacionales de biomarcadores ofrecen sus conocimientos sobre el tema relacionado con variables pre-analíticas y cómo estos pueden afectar el diseño de estudios clínicos y epidemiológicos. 

Preguntas a responder:

1- ¿Crees que a las variables pre-analíticas se les da suficiente importación al diseñar ensayos clínicos o estudios epidemiológicos?

2- ¿Crees que a las variables pre-analíticas se les da suficiente consideración en el proceso de toma de decisiones cuando se habla de la repercusión clínica de los resultados de los ensayos clínicos o estudios epidemiológicos?

3- ¿Qué estrategias se pueden utilizar para reducir al mínimo las variables pre-analíticas en los ensayos clínicos o estudios epidemiológicos?

4- ¿Qué recursos están disponibles para los investigadores cuando comienzan a diseñar sus juicios o procesos en la  selección de la muestra?

5- La muestra e integridad del analito puede ser un tema difícil en estudios longitudinales, ya que las muestras se recogen a menudo mucho antes de saber que  marcadores pueden ser probados. Por lo tanto ¿existe una tecnología o un proceso que usted recomienda para las muestras que se recogen ahora que va a mejorar la estabilidad de la mayoría de los analitos de forma que las investigaciones futuras no sufran de mala calidad de la muestra?

6- Los laboratorios de los hospitales son una potencial fuente rica de muestras para exploraciones de biomarcadores. ¿Cuáles son las limitaciones de utilizar este tipo de muestras?

7- ¿Además de los temas tratados previamente con integridad y almacenamiento de muestras, hay cuestiones pre-analíticos relacionados con la información que acompaña a las muestras?

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