jueves, 30 de enero de 2020

640- Trigliceridos y RCV

Sniderman AD, Couture P Martin SS, DeGraaf J, Lawler PR, Cromwell WC, Wilkins JT, Thanassoulis G. Hipertrigliceridemia y riesgo cardiovascular: una advertencia sobre probable  confusión metabólica.   J Lipid Res. 2018; 59(7): 1266-1275. McGill University Health Centre, Montreal, Quebec, Canada y otras Instituciones.

Resumen

Los triglicéridos son la herramienta convencional para medir los VLDL, mientras que el colesterol LDL (LDL-C) es la herramienta convencional para medir los LDL. Múltiples estudios epidemiológicos, que incluyen una serie de análisis genéticos, han demostrado que el riesgo cardiovascular está relacionado con los triglicéridos independientemente del LDL-C, y esto ha llevado a una serie de nuevos agentes terapéuticos diseñados específicamente para reducir los triglicéridos en plasma. La hipótesis de los triglicéridos plantea que el aumento de los niveles de triglicéridos aumenta el riesgo cardiovascular y la disminución de los triglicéridos plasmáticos lo disminuye. En este trabajo, examinaremos la validez de la hipótesis de los triglicéridos al detallar las complejidades biológicas asociadas con la hipertrigliceridemia, la evidencia epidemiológica genética a favor de la misma, la evidencia de los ensayos clínicos aleatorizados de fibrato que relacionan los triglicéridos y los resultados clínicos, la integridad de la evidencia de los estudios iniciales de mutaciones novedosas y  los agentes terapéuticos basados ​​en estas mutaciones que disminuyen los triglicéridos. Debido a los múltiples enlaces metabólicos entre VLDL y LDL, intentaremos demostrar que medir los triglicéridos y el LDL-C por sí solos son inadecuados para documentar el perfil de lipoproteínas. Intentaremos demostrar que se debe medir la apoB, así como los triglicéridos y el colesterol, para tener una estimación precisa del estado de las lipoproteínas. 

Introducción

Múltiples líneas de evidencia epidemiológica, incluidos los estudios aleatorización mendelianos más recientes, relacionan los triglicéridos plasmáticos con el riesgo de ECV aterosclerótica. Convencionalmente, el colesterol y los triglicéridos se han considerado como marcadores que representan clases de lipoproteínas separadas y distintas: los triglicéridos son el principal constituyente lipídico de las partículas de VLDL y por lo tanto, identifican niveles elevados de VLDL; mientras que el colesterol es el principal componente lipídico de las partículas de LDL y por lo tanto el LDL-C elevado, identifica niveles elevados de LDL. En este paradigma, se acepta que el componente lipídico de una partícula de lipoproteína es totalmente informativo del riesgo aterogénico asociado con la partícula de lipoproteína. En consecuencia, sobre la base de evidencia epidemiológica, se están desarrollando nuevos agentes terapéuticos con efectos importantes sobre las concentraciones de triglicéridos, pero con poco efecto sobre el LDL-C.

Sin embargo, la hipertrigliceridemia puede reflejar un mayor número de una o más clases de partículas de lipoproteínas ricas en triglicéridos, que tienen diferentes relaciones con el riesgo cardiovascular. La mayoría de las partículas de VLDL apoB son lo suficientemente pequeñas como para entrar en la pared arterial. Por el contrario, la mayoría de las partículas de quilomicrón son demasiado grandes para entrar en la pared arterial y, por lo tanto, el colesterol y los triglicéridos que contienen no son una amenaza para la integridad de la pared arterial. Aunque las partículas de VLDL, en general, representan la mayor parte de la masa de triglicéridos en plasma, la masa de triglicéridos por partícula de VLDL no es uniforme. 

En consecuencia, la hipertrigliceridemia debida a VLDL puede ser la consecuencia de un aumento de la masa de triglicéridos,  por un aumento en el número de partículas de VLDL, o ambos. Además, todos estos pueden variar de forma independiente y sustancial. La composición de las partículas de VLDL y LDL puede cambiar independientemente de sus tasas de producción: intercambios mediados por la proteína de transferencia de éster de colesterol (CETP) y transferencias de triglicéridos y éster de colesterol entre quilomicrones y partículas de VLDL, por un lado, y LDL y HDL,  por otro lado, que producen partículas VLDL, LDL y HDL de tamaño variable con masas variables de colesterol y triglicéridos.

Los triglicéridos plasmáticos más altos conducen a partículas de VLDL enriquecidas con colesterol y partículas de LDL y HDL disminuidas en colesterol, mientras que los triglicéridos más bajos pueden estar asociados con partículas de apoB enriquecidas con colesterol.  Esta variación en la composición significa que la concentración de partículas de VLDL no puede deducirse de manera confiable de la concentración de triglicéridos en plasma y la concentración de partículas de LDL no puede deducirse de manera confiable de la concentración de LDL-C en plasma........

Leer el articulo completo

(*) Una vez que esta en la pagina del articulo, pulsando el botón derecho puede acceder a su  traducción al idioma español. Este blog de bioquímica-clínica está destinado a profesionales bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den a la misma. Las páginas de este blog se renuevan cada 5 días en forma automática. Cordiales saludos. 
Dr. Anibal E. Bagnarelli, Bioquímico-Farmacéutico-UBA. 
Ciudad de Buenos Aires, Argentina