viernes, 30 de octubre de 2015

332- Trombosis venosa

Philip Wells,  David Anderson. American Society of Hematology . El diagnóstico y el tratamiento del tromboembolismo venoso. Hematology 2013; 457-463. Department of Medicine, University of Ottawa, the Ottawa Hospital Research Institute, Otawa-CA, Department of Medicine, Dalhousie University and Capital Health, Halifax, 

Resumen

El tromboembolismo venoso (TEV) es una condición común que puede dar lugar a complicaciones como el síndrome posflebítico, la hipertensión arterial pulmonar crónica y la muerte. El enfoque para el diagnóstico ha evolucionado a lo largo de los años y estableciò una estrategia algoritmica que combina la probabilidad pretest, dímero-D y el diagnóstico por imagen, lo que  permite ahora una investigación segura, conveniente y rentable de los pacientes. Los pacientes con baja probabilidad pretest y un dímero D negativo son excluido de la  TEV sin necesidad del analisis por imágenes. La base del tratamiento de la TV es la anticoagulación, mientras que las intervenciones como trombólisis y filtros en la vena cava inferior, se reserva solo para situaciones especiales. La heparina de bajo peso molecular ha permitido el tratamiento ambulatorio de la mayoría de los pacientes con trombosis venosa profunda con un considerable ahorro de costos para el sistema sanitario. Los pacientes con TEV-malignidad asociada recurrente, han disminuido si son tratados con heparina de bajo peso molecular a largo plazo. El desarrollo de los nuevos anticoagulantes orales simplifica aún más el tratamiento. La duración de la anticoagulación está influenciada principalmente por las causa subyacente de la TEV (ya sea provocado o no) y la consideración del riesgo de hemorragia mayor. Las pruebas para trombofilia genética y adquirida puede proporcionar mayor control sobre la causa de una primera trombosis venosa profunda idiopática, pero la evidencia que vincula a la mayoría de las trombofilias a un mayor riesgo de trombosis recurrente es limitado.

Introducción

El tromboembolismo venoso (TEV), que incluye la trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar (EP), es el tercer trastorno cardiovascular más común, que tiene una incidencia anual estimada de 0,1% y que afecta entre el 2% y el  5% de la población. Aproximadamente el 20% de los pacientes con EP morirá antes del diagnóstico o en el primer día. Para aquellos que sobrevive más de 1 día, hasta un 11% pueden morir en los primeros 3 meses, incluso con el tratamiento adecuado, aunque muchos de estos pacientes sucumben por comorbilidades asociadas con TEV (por ejemplo, cáncer), más que por el mismo PE.  A largo plazo las complicaciones de TEV (40% de los casos) incluyen el síndrome posflebítico después de la TEV(1% de los casos) y la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica. después de la PE (4% de los casos). La terapia anticoagulante trata con eficacia los síntomas y disminuye el riesgo de TEV recurrente, sin embargo, su uso aumenta el riesgo de hemorragia mayor, que puede ser mortal hasta en el 25% de los casos.  Dado los pobres resultados obtenidos con los pacientes con TEV y los riesgos de hemorragia importante asociado con la terapia anticoagulante, es clave la oportuna y precisa estrategia diagnóstica  que este disponibles para encuadrar correctamente TEV cuando ello ocurra y para descartar con seguridad cuando esta patología este ausente. Esta revisión ofrece una visión general sobre el estudio de la  sospecha de TEV, incluyendo el diagnóstico y el tratamiento inicial............

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