Didem Sahin, Andrea Di Matteo, Paul Emery. Biomarcadores en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la artritis reumatoide: una revisión exhaustiva. Ann Clin Biochem. 2024; 62(1): 3-21. NIHR Leeds Biomedical Research Centre, Leeds Teaching Hospitals, NHS Trust, Leeds, UK.
Resumen
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad crónica, sistémica y autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones y los tejidos blandos periarticulares. En las últimas dos décadas, el descubrimiento de nuevos biomarcadores ha contribuido a los avances en la comprensión de la patogénesis y la historia natural de la AR. Estos biomarcadores, incluidos los biomarcadores genéticos, clínicos, serológicos y de imagen, desempeñan un papel clave en las diferentes etapas y aspectos de la AR, desde la denominada "AR preclínica", que se caracteriza por eventos patológicos subclínicos, como autoinmunidad e inflamación, hasta el diagnóstico (incluido el diagnóstico diferencial), la toma de decisiones sobre el tratamiento y el seguimiento de la enfermedad.
Esta revisión proporcionará una descripción general del papel actual de los biomarcadores tradicionales y más nuevos en los principales aspectos del tratamiento de la AR, desde la identificación de individuos "en riesgo" de AR que probablemente progresen a una enfermedad clínicamente evidente, hasta el diagnóstico "temprano" de AR, el pronóstico, la medicina de precisión y la predicción de la respuesta al tratamiento.
Introducción
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad crónica, sistémica y autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones y los tejidos blandos periarticulares. La prevalencia de la AR es de aproximadamente el 1% en la población adulta. Las mujeres son más afectadas que los hombres con una proporción de 2,45. La AR tiene un impacto negativo significativo en la calidad de vida del paciente. De hecho, si no se trata, la AR conduce a un daño articular irreversible, desarrollo de manifestaciones extraarticulares, discapacidad y aumento de la mortalidad.
Un diagnóstico temprano y el inicio rápido del tratamiento, especialmente cuando existen factores de mal pronóstico, son cruciales para el manejo óptimo de los pacientes con AR. En 2010, the American College of Rheumatology (ACR) and the European Alliance of Associations for Rheumatology (EULAR) actualizaron sus criterios de clasificación para la AR; se delinearon cuatro dominios principales, que incluyen la afectación articular (es decir, número de articulaciones y articulaciones pequeñas versus grandes), serología (es decir, autoanticuerpos relacionados con la AR), reactantes de fase aguda (APR), como aumento de la proteína C reactiva (PCR) y/o velocidad de sedimentación globular (VSG), y duración de los síntomas (es decir, más o menos de 6 semanas).
Tradicionalmente, se considera que el desarrollo de una articulación inflamada es el inicio de la AR. En los últimos años, ha surgido el concepto de AR como un "continuum de la enfermedad". Según este concepto, la AR comienza con una fase preclínica, en la que los individuos "en riesgo" de esta enfermedad (debido a la presencia de factores de riesgo genéticos/ambientales) pasan por diferentes fases de autoinmunidad e inflamación subclínica, antes de evolucionar hacia un estado de enfermedad crónica (y clínicamente evidente). Este "continuum de la enfermedad" de la AR abarca mecanismos patológicos complejos y diversidad en los perfiles de células inmunitarias entre pacientes individuales.
En la última década, múltiples estudios han intentado prevenir el desarrollo de la AR (o retrasar su aparición) en individuos "en riesgo", con algunos resultados alentadores. Un aspecto importante a tener en cuenta es que no todos los individuos "en riesgo" desarrollarán AR clínica. Por lo tanto, la identificación de biomarcadores confiables es crucial para la estratificación del riesgo de estos individuos (es decir, la diferenciación entre aquellos con bajo riesgo y aquellos con alto riesgo de desarrollar la enfermedad) y su manejo, incluida la consideración de la participación en ensayos de prevención.
El tratamiento de la AR ha experimentado avances significativos en las últimas dos décadas. Nuestra comprensión de la patogenia de la AR ha mejorado considerablemente, al igual que la capacidad de diagnosticar a los pacientes con AR de forma temprana, utilizando biomarcadores que incluyen suero e imágenes. Se han desarrollado tratamientos de vanguardia para inhibir selectivamente células inmunitarias o citocinas específicas, lo que hace viable un enfoque de tratamiento dirigido a la diana. Sin embargo, en algunos pacientes, lograr un estado de remisión de la enfermedad puede ser un desafío, lo que resalta la complejidad y heterogeneidad de la AR. Abordar esta heterogeneidad es esencial para optimizar el tratamiento terapéutico de los pacientes con AR (es decir, medicina de precisión).
Por lo tanto, el campo de la investigación de biomarcadores en AR es muy prometedor para mejorar los resultados a largo plazo de los pacientes. Desde el descubrimiento de nuevos genes hasta los autoanticuerpos, la serología y las técnicas de imagen avanzadas, la gama de biomarcadores disponibles continúa expandiéndose. Esta revisión proporcionará una descripción general sobre el estado de los biomarcadores tradicionales y nuevos en el diagnóstico (incluida la identificación de individuos "en riesgo") y el manejo de la AR, incluido el pronóstico, la medicina de precisión y el seguimiento del tratamiento. El papel de cada biomarcador en diferentes etapas del continuo de la AR se resume en la Tabla 1 .
(*) Una vez que esta en la pagina del articulo, pulsando el botón derecho puede acceder a su traducción al idioma español. Este blog de bioquímica-clínica está destinado a bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den a la misma.
Nueva presentación el 20 de Marzo
Cordiales saludos.
Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico,UBA.
Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina