miércoles, 5 de marzo de 2025

1229- Linfohistiocitosis hemofagocítica

Aurora Chinnici , Linda Beneforti, Francesco Pegoraro, Irene Trambusti2, Annalisa Tondo Claudio Favre, Maria Luisa Conigli, Elena Sien. Linfohistiocitosis hemofagocítica. Front Immunol. 2023;14:1210041. Department of Neurosciences, Psychology, Drug Research and Child Health (NEUROFARBA), University of Florence, Florence, Italy

Resumen 

La linfohistiocitosis hemofagocítica (HLH) es una enfermedad poco frecuente caracterizada por una activación sostenida pero ineficaz del sistema inmunitario, que conduce a una hiperinflamación sistémica grave. Puede presentarse como una enfermedad genética o esporádica, a menudo desencadenada por una infección. La patogenia multifacética da lugar a una amplia gama de signos y síntomas inespecíficos, lo que dificulta el reconocimiento temprano. A pesar de una gran mejora en términos de supervivencia en las últimas décadas, una proporción considerable de pacientes con HLH todavía mueren por progresión de la enfermedad. Por lo tanto, el diagnóstico y el tratamiento oportunos son cruciales para la supervivencia. Frente a la complejidad y la heterogeneidad del síndrome, se recomienda la consulta a expertos para interpretar correctamente los hallazgos clínicos, funcionales y genéticos y abordar las decisiones terapéuticas. El análisis citofluorimétrico y genético debe realizarse en laboratorios de referencia. El análisis genético es obligatorio para confirmar la linfohistiocitosis hemofagocítica familiar (FHL) y la secuenciación de nueva generación se adopta cada vez más para ampliar el espectro de predisposición genética a la HLH, aunque sus resultados deben discutirse críticamente con especialistas. En esta revisión, revisamos críticamente las herramientas de laboratorio reportadas para el diagnóstico de HLH, con el fin de delinear un estudio integral y ampliamente disponible que permita reducir el tiempo entre la sospecha clínica de HLH y su diagnóstico final.

1. Introducción

La linfohistiocitosis hemofagocítica (HLH) es una enfermedad clínica poco frecuente que se caracteriza por una activación sostenida pero ineficaz del sistema inmunitario, que conduce a una hiperinflamación sistémica grave. Puede desarrollarse en el contexto de un trastorno familiar (FHL) o como una enfermedad esporádica, en asociación con diversos desencadenantes, como infecciones, autoinflamación, inmunodeficiencias adquiridas o neoplasias malignas. La identificación de casos familiares es crucial para permitir una cura definitiva mediante trasplante de células madre hematopoyéticas (HSCT). 

Las manifestaciones clínicas pueden incluir fiebre persistente, hepatoesplenomegalia, citopenia multilinaje, coagulopatía, hiperferritinemia y compromiso del sistema nervioso central. Estos signos y síntomas son consecuencia de una liberación exagerada de citocinas y de la infiltración de órganos por linfocitos y macrófagos activados. Los pacientes pueden deteriorarse rápidamente y desarrollar insuficiencia multiorgánica y muerte. Por lo tanto, el reconocimiento y el tratamiento oportunos son esenciales para la supervivencia de los pacientes.

Históricamente, la LHF se ha asociado a una citotoxicidad reducida debido a mutaciones bialélicas en genes relacionados con la LHF. En la actualidad, la aparición de la secuenciación de nueva generación (NGS) y la mejora de los estudios funcionales han llevado a redefinir la LHF como un síndrome con heterogeneidad etiopatogénica, haciendo desaparecer la distinción entre casos familiares y esporádicos. Partiendo de una perspectiva histórica hasta llegar a la comprensión actual de la LHF, en esta revisión revisamos críticamente esta compleja condición y las herramientas diagnósticas disponibles, con el objetivo final de describir un abordaje clínico y de laboratorio integral para el manejo de pacientes con sospecha de LHF.

2. Presentación de HLH

La primera descripción de HLH data de 1939, cuando Scott y Robb-Smith informaron de 4 pacientes con fiebre incesante, linfadenopatía y hepatoesplenomegalia  (Figura 1). Unos años más tarde, Farquhar y Claireaux informaron de dos hermanos con un síndrome clínico similar. Esta fue la primera descripción de la forma familiar de la enfermedad . En las décadas siguientes, se observaron características similares tanto en grupos familiares como en formas esporádicas. 

En 1979, Risdall et al. describieron 19 pacientes con evidencia de HLH e infección viral después del trasplante, que más tarde definieron "síndrome hemofagocítico asociado a virus" para denotar cualquier caso de HLH sin una causa genética. Dado que se demostró que otros agentes infecciosos desencadenaban HLH, estas afecciones se redefinieron como "síndrome hemofagocítico asociado a infección" (IAHS). 

El término "síndrome de activación macrófaga" (MAS) fue utilizado por primera vez en 1992 por Albert et al. para referirse a una afección caracterizada por citopenias, disfunción orgánica, coagulopatía y activación inapropiada de macrófagos en un entorno proinflamatorio. La identificación inicial de un marcador biológico se refiere al deterioro de la actividad citotóxica de las células asesinas naturales (NK), que se observó en pacientes afectados, en comparación con familiares sanos, en la década de 1980. 

El primer gen relacionado con FHL, PRF1 , se identificó en diciembre de 1999 y el FHL mutado en PRF1 se denominó entonces FHL tipo 2 (FHL-2) . El FHL-1 se había asociado previamente con un mapeo genético desconocido en la posición 9q21.3-2 . Al mismo tiempo, las mutaciones en SH2D1A que afectan a la señalización de la proteína asociada a SLAM (SAP) han sido reconocidas como la causa de un síndrome clínico descrito fenotípicamente en 1977 por Purtilo et al. (síndrome linfoproliferativo ligado al cromosoma X tipo 1, XLP-1). Desde entonces, el estudio de casos familiares permitió el reconocimiento de alteraciones genéticas que afectan directamente a proteínas implicadas en la actividad citotóxica, como Munc13-4 (FHL-3), Syntaxin 11 (FHL-4), Munc18-2 (FHL-5), RAB27A (Griscelli Syndrome type 2, GS2), LYST (Chediak-Higashi Syndrome, CHS). Últimamente, otras variantes se han relacionado con la activación desregulada o persistente del inflamasoma que involucra a las proteínas XIAP, NLRC4 y CDC42 ( 16 ). En los últimos años, el análisis NGS condujo a la identificación de un número cada vez mayor de genes que predisponen a HLH......

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(*) Una vez que esta en la pagina del articulo, pulsando el botón derecho puede acceder a su  traducción al idioma español. Este blog de bioquímica-clínica está destinado a bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den a la misma. 
Nueva presentación el 10 de Marzo
Cordiales saludos. 
Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico,UBA.
Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina



domingo, 2 de marzo de 2025

1228- Autoinmunidad y enfermedades autoinmunes

Frederick W Miller. La creciente prevalencia de la autoinmunidad y las enfermedades autoinmunes: un llamado urgente a la acción para mejorar la comprensión, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención. Curr Opin Immunol. 2022; 80: 102266. Environmental Autoimmunity Group, Clinical Research Branch, National Institute of Environmental Health Sciences, National Institutes of Health, Alexander Drive, Research Triangle Park, 

Resumen Chat DeepSeek

Las enfermedades autoinmunes, caracterizadas por ataques por error del sistema inmunológico a los propios tejidos del cuerpo, han experimentado un aumento significativo en su prevalencia en las últimas décadas. Este artículo destaca la creciente carga de enfermedades autoinmunes y enfatiza la necesidad urgente de mejorar la comprensión, el diagnóstico, el tratamiento y las estrategias de prevención. Los autores sostienen que la creciente prevalencia de la autoinmunidad representa una crisis de salud pública que exige la atención inmediata de investigadores, médicos y responsables de las políticas.

La creciente prevalencia de enfermedades autoinmunes

El artículo comienza presentando datos que muestran un aumento constante de la incidencia y prevalencia de enfermedades autoinmunes en todo el mundo. Afecciones como la artritis reumatoide, la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico y la enfermedad inflamatoria intestinal son cada vez más comunes y afectan a millones de personas en todo el mundo. Este aumento no se limita a regiones o poblaciones específicas, lo que sugiere que los factores ambientales, genéticos y de estilo de vida están contribuyendo a esta tendencia.

Los autores analizan varios posibles impulsores de este aumento:

  • Factores ambientales: la exposición a contaminantes, sustancias químicas y toxinas se ha relacionado con la desregulación inmunológica. Por ejemplo, la contaminación del aire, los pesticidas y las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino pueden desencadenar respuestas autoinmunes en personas genéticamente susceptibles.
  • Cambios en el estilo de vida: los estilos de vida modernos, que incluyen el sedentarismo, las dietas deficientes y el aumento del estrés, se asocian con la inflamación crónica y la disfunción inmunológica.
  • Hipótesis de la higiene: La exposición reducida a agentes infecciosos en la primera infancia puede provocar un subdesarrollo del sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de enfermedades autoinmunes.
  • Alteraciones del microbioma: Los cambios en el microbioma intestinal debido a antibióticos, alimentos procesados ​​y otros factores pueden alterar la tolerancia inmunológica y contribuir a la autoinmunidad.

Desafíos en el diagnóstico y la comprensión

El artículo destaca la complejidad del diagnóstico de las enfermedades autoinmunes, que a menudo presentan síntomas inespecíficos y se superponen con otras afecciones. El diagnóstico tardío o erróneo es común, lo que lleva a un sufrimiento prolongado y daños irreversibles para los pacientes. Los autores destacan la necesidad de:

  • Biomarcadores: desarrollo de biomarcadores confiables para ayudar a un diagnóstico temprano y preciso.
  • Criterios estandarizados: criterios de diagnóstico mejorados para reducir la variabilidad en la práctica clínica.
  • Conciencia y educación: mayor conciencia entre los proveedores de atención médica y el público para reconocer los signos tempranos de las enfermedades autoinmunes.

Además, el artículo enfatiza la necesidad de una comprensión más profunda de los mecanismos subyacentes de la autoinmunidad. Si bien la predisposición genética juega un papel, la interacción entre los genes y los desencadenantes ambientales sigue siendo poco comprendida. La investigación sobre las vías moleculares y celulares involucradas en las respuestas autoinmunes es fundamental para avanzar en el diagnóstico y el tratamiento.

Limitaciones actuales del tratamiento

El artículo critica el estado actual del tratamiento de las enfermedades autoinmunes, que se centra principalmente en controlar los síntomas en lugar de abordar las causas profundas. Las terapias inmunosupresoras, como los corticosteroides y los productos biológicos, se utilizan comúnmente, pero tienen efectos secundarios significativos y no funcionan para todos los pacientes. Los autores piden:

  • Medicina personalizada: adaptar los tratamientos en función de los perfiles genéticos, ambientales y clínicos individuales.
  • Terapias dirigidas: desarrollar terapias que modulen específicamente el sistema inmunológico sin causar una supresión generalizada.
  • Tratamientos modificadores de la enfermedad: invertir en investigación para identificar tratamientos que puedan detener o revertir la progresión de la enfermedad.

La necesidad de estrategias de prevención

La prevención se identifica como un área crítica pero poco desarrollada en la lucha contra las enfermedades autoinmunes. Los autores sostienen que la identificación y mitigación de los factores de riesgo podría reducir significativamente la incidencia de estas afecciones. Las estrategias de prevención clave incluyen:

  • Intervenciones ambientales: reducir la exposición a desencadenantes ambientales conocidos, como contaminantes y toxinas.
  • Modificaciones del estilo de vida: promover dietas saludables, actividad física regular y manejo del estrés para apoyar la salud inmunológica.
  • Intervenciones en la vida temprana: garantizar el desarrollo adecuado del microbioma en los bebés mediante la lactancia materna, la reducción del uso de antibióticos y la exposición a entornos diversos.
  • Vacunación y control de infecciones: investigar el papel de las vacunas en la prevención de infecciones que pueden desencadenar respuestas autoinmunes.

Un llamado a la acción

El artículo concluye con un llamado urgente a la acción para las comunidades científicas y médicas, los responsables de las políticas y el público. Los autores abogan por:

  • Mayor financiamiento: asignar más recursos a la investigación de enfermedades autoinmunes para comprender mejor sus causas y desarrollar tratamientos efectivos.
  • Esfuerzos colaborativos: alentar la colaboración interdisciplinaria entre inmunólogos, genetistas, científicos ambientales y médicos.
  • Iniciativas de salud pública: generar conciencia sobre las enfermedades autoinmunes y promover medidas preventivas a nivel de la población.
  • Atención centrada en el paciente: priorizar las necesidades y experiencias de los pacientes en la investigación y la práctica clínica.


(*) Una vez que esta en la pagina del articulo, pulsando el botón derecho puede acceder a su  traducción al idioma español. Este blog de bioquímica-clínica está destinado a bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den a la misma. 
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Bioquímico-Farmacéutico,UBA.
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sábado, 1 de marzo de 2025

El Rincon del Lector: Un ataque a la ciencia

Trump 2.0: un ataque a la ciencia en cualquier parte es un ataque a la ciencia en todas partes. Nature  editorials  article. 25 February 2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está lanzando una bola de demolición contra la ciencia y las instituciones internacionales. La comunidad científica mundial debe tomar posición contra estos ataques.

Ha transcurrido un mes desde que Donald Trump asumió su segunda presidencia en Estados Unidos. En una carta al presidente entrante, Nature instó a Trump y a su administración a aprovechar el legado y los logros del país en materia científica y a impulsar aún más la investigación en aras de la prosperidad y la seguridad ( Nature 637 , 517; 2025 ). La administración ha elegido el camino opuesto y ha lanzado un ataque sin precedentes contra la ciencia, las instituciones de investigación y las organizaciones e iniciativas internacionales vitales.

Casi inmediatamente después de jurar como presidente el 20 de enero, Trump firmó montones de órdenes ejecutivas que cancelaban o congelaban decenas de miles de millones de dólares en fondos para investigación y asistencia internacional, y ponían el sello a miles de despidos. Se han impuesto restricciones orwellianas a la investigación, incluidas prohibiciones a estudios que mencionen palabras específicas relacionadas con el sexo y el género, la raza, la discapacidad y otras características protegidas.

Las agencias federales y las universidades están en crisis . Miles de investigadores están en el limbo mientras esperan que se deshiele una congelación de fondos altamente cuestionable . Y en todo el mundo, millones de beneficiarios de subvenciones de los programas de asistencia estadounidenses han sido abandonados.

Resulta difícil expresar con palabras la magnitud del daño que se está infligiendo a la actividad científica estadounidense, que tiene un valor casi incalculable tanto para la propia nación como para el resto del mundo. Las organizaciones que representan a las comunidades científicas mundiales están empezando a reaccionar . Es necesario que más organizaciones se expresen en apoyo de sus colegas estadounidenses. Las comunidades científicas y educativas estadounidenses deben saber que no están solas. Un ataque a la ciencia y a los científicos en cualquier parte es un ataque a la ciencia y a los científicos en todas partes.

Hay personas y organizaciones que están impugnando algunas de las acciones de la administración Trump en los tribunales, y es posible que la Casa Blanca se vea obligada a moderar o revertir algunas de sus decisiones. Pero la dirección en la que se está avanzando es clara: existe un deseo de rebajar, si no eliminar, la evidencia científica independiente y el asesoramiento de expertos; también existe un total desprecio por los acuerdos internacionales.

Fuego y furia

El gobierno está despidiendo a empleados federales de agencias nacionales, incluidas aquellas que emplean a investigadores y que dependen de la investigación, a menudo en disciplinas que son clave para proteger la salud pública, el medio ambiente y la seguridad de las personas. Está haciendo recortes repentinos y drásticos al gasto público. 

El gobierno está despidiendo a empleados federales de agencias nacionales, incluidas aquellas que emplean a investigadores y que dependen de la investigación, a menudo en disciplinas que son clave para proteger la salud pública, el medio ambiente y la seguridad de las personas. Está haciendo recortes repentinos y drásticos al gasto público. Entre los afectados se encuentran instituciones respetadas a nivel mundial como the Centers for Disease Control and Prevention, the Environmental Protection Agency and the National Institutes of Health (NIH). Las reuniones de los paneles de revisión de subvenciones de investigación de los NIH se suspendieron al comienzo de la presidencia de Trump y siguen así. The National Archives and Records Administration, custodio de los registros oficiales del país, también se ve afectada, al igual que las bibliotecas públicas y los museos.

En el frente internacional, la decisión de retirarse o reducir drásticamente los compromisos de larga data tendrá graves consecuencias. Estados Unidos suele ser el mayor contribuyente a las iniciativas globales directamente vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, el plan mundial para acabar con la pobreza y lograr la sostenibilidad ambiental. El país también aporta alrededor de una quinta parte del presupuesto básico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Trump ya ha notificado su intención de salir. Aunque Estados Unidos no se retirará formalmente hasta el año próximo , el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus ya ha pedido a los más de 8.000 miembros del personal de la OMS que suspendan todos los viajes, salvo los esenciales.

Trump también ha cancelado la financiación federal estadounidense para proyectos internacionales de cambio climático, que sumaban unos 11.000 millones de dólares en 2024, lo que representa alrededor del 10% de la financiación pública climática mundial anual. Junto con su decisión de retirarse del acuerdo climático de París de 2015, esto supone un duro golpe para la lucha contra el cambio climático y retrasará los esfuerzos por aumentar la financiación para los países más afectados por el calentamiento global.

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2) Debate LDT-FDA  (con el nuevo Gobierno)

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