Neil S. Skolnik, Alyssa J. Style. Importancia de la detección temprana y diagnóstico de la enfermedad renal crónica en pacientes con diabetes tipo 2. Springer-Diabetes Ther. 2021; 12(6): 1613–1630. Abington Family Medicine, Jenkintown, PA USA
Resumen-Puntos claves
- Las recomendaciones basadas en la evidencia para el tratamiento de pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y diabetes tipo 2 (T2D) actualmente se siguen en menos del 50 % de las personas.
- Se recomienda el cribado de la ERC utilizando la relacion de albúmina/creatinina en orina puntual y la tasa de filtración glomerular estimada en todos los pacientes con DT2 en el momento del diagnóstico, y al menos una vez al año.
- La detección permite el diagnóstico temprano de la ERC, el asesoramiento, la intervención farmacológica y, cuando corresponda, la derivación a un nefrólogo.
- Los medicamentos que disminuyen la progresión de la CKD incluyen inhibidores del sistema renina-angiotensina, inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa-2, agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón y, más recientemente, antagonistas del receptor de mineralocorticoides no esteroideos.
Introducción
Los pacientes con diabetes mellitus tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica (ERC). En los EE. UU., la nefropatía diabética es la principal causa de insuficiencia renal. La presencia de ERC concomitante en pacientes con diabetes tipo 2 (T2D) se asocia con un riesgo significativamente mayor de enfermedad cardiovascular (ECV), incluido infarto de miocardio, accidente cerebrovascular isquémico/ataques isquémicos transitorios y mortalidad por todas las causas, en comparación con el riesgo en pacientes con T2D sin ERC. Existen terapias que pueden retrasar la progresión de la ERC en personas con diabetes; por lo tanto, la detección e intervención tempranas para la ERC son importantes.
En esta revisión, evaluamos la carga de la ERC en pacientes de EE. UU. con DT2 y describimos cómo los médicos pueden usar la detección y el diagnóstico tempranos, junto con las estrategias de manejo recomendadas por las guías proporcionadas por la American Diabetes Association (ADA) para optimizar los resultados de los pacientes. Este artículo se basa en estudios realizados previamente y no contiene ningún estudio con participantes humanos o animales realizado por ninguno de los autores.
Carga en el presupuesto de Salud Publica
Las estimaciones actuales sugieren que aproximadamente 463 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes mellitus, y se prevé que este número aumente a unos 700 millones para 2045. En 2018, aproximadamente el 10,5 % de la población estadounidense tenía diabetes. Hasta el 40% de los pacientes con diabetes también desarrollan ERC, que se asocia con una morbilidad significativa, déficits en la calidad de vida y una mayor carga de atención médica. La progresión de la ERC puede provocar insuficiencia renal (enfermedad renal en etapa terminal [ESKD]), y los pacientes requieren diálisis o un trasplante de riñón para sobrevivir. En 2015, 661.000 estadounidenses tenían ESKD; aproximadamente el 71 % recibía hemodiálisis o diálisis peritoneal, y el 29 % vivía con un trasplante de riñón funcionante. De las personas con ESKD, aproximadamente entre el 44 y el 45 % tenían diabetes como la principal causa de ESKD. Los costos por persona para pacientes mayores de 65 años con ERC y diabetes son un 51 % más altos que para los pacientes con diabetes que no tienen ERC. Además, la calidad de vida relacionada con la salud disminuye a medida que avanza la ERC.
La detección permite el diagnóstico temprano de la ERC
La enfermedad renal crónica es asintomática en sus etapas iniciales y se diagnostica mediante la estimación de la tasa de filtración glomerular (TFGe), que evalúa la función renal, y la detección de albuminuria, un marcador de daño renal. Los estándares de atención de la ADA 2020 recomiendan que los pacientes con diagnóstico reciente de DT2 deben someterse a pruebas de detección de ERC con albúmina urinaria (p. ej., cociente entre albúmina y creatinina en la orina [UACR]) y eGFR . A partir de entonces, deben volver a analizarse anualmente, y la frecuencia de las nuevas pruebas depende del nivel de daño y función renal. Para los pacientes con una UACR > 30 mg/g de albúmina/creatinina y/o una TFGe < 60 ml/min/1,73 m2 , se debe realizar un seguimiento dos veces al año para guiar el tratamiento
Cabe destacar que, en 2013, the American College of Physicians recomendó que los pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica (etapas 1 a 3) que reciben un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ACEi) o un bloqueador del receptor de angiotensina II (ARB) no necesitan someterse a pruebas anuales para proteinuria. Esta recomendación se ha retirado y, por lo tanto, es importante que los médicos de atención primaria tomen nota de este cambio y ajusten su práctica en consecuencia. De acuerdo con las pautas de la ADA, los pacientes con ERC en estadio 1 a 3 deben someterse a exámenes de detección entre una y tres veces al año según su nivel de albuminuria...
Cordiales saludos.
Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico-UBA.
Ciudad de Buenos Aires. R. Argentina