domingo, 10 de septiembre de 2023

1000- Interpretación de resultados del liquido pleural

Rachel M Mercer, John P Corcoran,  Jose M Porcel,  Najib M Rahman, Ioannis Psallidas. Interpretación de resultados del liquido pleural .Clin Med (Lond). 2019; 19(3): 213–217. University of Oxford  and Oxford University Hospitals NHS Trust, Oxford, UK

Resumen

La interpretación correcta de los resultados del líquido pleural requiere un conocimiento de las posibles etiologías de un derrame pleural y una comprensión de la fiabilidad del resultado de cada investigación. Todos los resultados deben interpretarse dentro de cada contexto clínico diferente y es necesario conocer los peligros de cada prueba cuando el diagnóstico no está claro. Esta revisión tiene como objetivo discutir las etiologías comunes de un derrame pleural y algunas de las trampas en la interpretación que pueden ocurrir cuando el diagnóstico no está claro.

Introducción

Los derrames pleurales son un hallazgo clínico y radiológico común, con síntomas de presentación que incluyen dificultad para respirar, tos y dolor torácico. Las causas más comunes de un derrame pleural son la insuficiencia cardíaca, el cáncer y la neumonía, pero existen más de 50 causas documentadas.  El diagnóstico de la causa de un derrame pleural requiere una combinación de investigaciones clínicas, radiológicas y de laboratorio.

La acumulación de líquido pleural (LP) es el resultado de la alteración del equilibrio entre la producción y la reabsorción. El LP se produce principalmente en la pleura parietal y se reabsorbe a través de los linfáticos pleurales. En individuos sanos, la cavidad pleural contiene aproximadamente 0,3 ml/kg de líquido. Un derrame pleural ocurre cuando la producción excede la reabsorción o cuando los mecanismos de reabsorción se han interrumpido, siendo este último más común.

La comprensión de la situación clínica es vital cuando se investiga la causa de un derrame pleural. En pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva conocida (ICC) y derrames bilaterales, es muy probable que esta sea la causa de los derrames. Salvo que se sospeche patología dual, más frecuente de lo que se pensaba , se debe realizar una diuresis en lugar de una toracocentesis inmediata, con revisión posterior para confirmar la respuesta al tratamiento. Por el contrario, los pacientes con derrame y marcadores inflamatorios elevados, fiebre o dolor torácico siempre deben someterse a una toracocentesis por la posibilidad de infección pleural.

La radiología también puede ayudar a hacer un diagnóstico; una ecografía que muestra una colección ecogénica, septada con burbujas de aire, plantea la posibilidad de infección pleural. También existen varios criterios de tomografía computarizada (TC) que sugieren enfermedad pleural maligna, por lo que un derrame pleural en este contexto sería altamente sospechoso de derrame pleural maligno (DPM).

Muchos derrames pleurales no tendrán una etiología clara, por lo que la interpretación de los resultados de la LP, además de la información clínica y radiológica, es fundamental para realizar el diagnóstico. Un panel estándar de pruebas incluye proteína PF, glucosa, pH, lactato deshidrogenasa (LDH), citología y microbiología. La interpretación de estos resultados requiere cierto conocimiento de la sensibilidad y especificidad de estas pruebas y una comprensión de la fisiología y la evidencia de apoyo.

Transudado vs exudado

La diferenciación entre un derrame transudativo y exudativo es fundamental para identificar el proceso subyacente. La diferencia clave entre un derrame transudativo y exudativo es cómo se ha acumulado el LP. Un trasudado casi siempre se asocia con un desequilibrio de líquidos o proteínas en todo el cuerpo, más que con una patología pleural específica. Se puede producir de dos formas; en primer lugar, por la sobrecarga de líquidos, donde la presión hidrostática obliga al líquido a salir de los capilares y hacia el espacio extravascular, como en la ICC. En segundo lugar, la disminución de la presión oncótica en los capilares puede provocar que el líquido se filtre fuera de los vasos y se acumule nuevamente en el espacio extravascular; esto se encuentra en estados de albúmina baja como insuficiencia hepática o síndrome nefrótico.

Un derrame exudativo, por el contrario, suele ser causado por una enfermedad localizada en la pleura. La fuga de líquido se debe al aumento de la permeabilidad capilar provocado por una lesión como una infección o un tumor maligno.

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Nueva presentación el 15 de septiembre. 
Cordiales saludos. 
Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico,UBA.
Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina