Michael Mohseni; Michael P. Boniface; Charles Graham. Mononucleosis. Treas. Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Mayo Clinic, Rochester Minnesota USA.
Objetivos: Describir fisiopatología, revisar presentación, y resumir diagnostico y tratamiento de la mononucleosis.
Introducción
La mononucleosis clásicamente se presenta con fiebre, linfadenopatía y faringitis amigdalina. El término “mononucleosis infecciosa” se utilizó por primera vez en la década de 1920 para describir a un grupo de estudiantes con una enfermedad faríngea similar y hallazgos de laboratorio de sangre de linfocitosis y células mononucleares atípicas. Fue solo más tarde que el virus de Epstein-Barr (EBV) se estableció como la causa de la mononucleosis después de que un trabajador de la salud expuesto desarrollara una prueba heterófila positiva.
Etiología
La causa de la mononucleosis es el virus Epstein-Barr (EBV). El EBV es un tipo de herpesvirus que se transmite por contacto, generalmente con secreciones salivales. La duración del contagio oral no está del todo clara, pero los altos niveles de contagio pueden continuar durante una mediana de 6 meses después del inicio de la enfermedad. La transmisión es generalmente de persona a persona, pero el EBV no se considera una enfermedad altamente contagiosa. Además del EBV, otras causas incluyen: CMV, adenovirus, Hepatitis A, VIH, Toxoplasma, Rubéola
Epidemiología
Se estima que hasta el 95% de los adultos en el mundo son finalmente seropositivos al EBV. Por tanto, el EBV está ampliamente difundido en todos los grupos de población. Sin embargo, el grupo de edad tradicional en el que se observa una incidencia máxima es el de 15 a 24 años. Clásicamente, la infección sintomática es en adolescentes, razón por la cual los legos pueden referirse a la infección como la "enfermedad de los besos". La mononucleosis es poco común en adultos dado que aproximadamente el 2% de todas las enfermedades faríngeas en adultos son atribuibles a esta enfermedad. Los adultos generalmente no son susceptibles a la enfermedad clínica debido a una exposición previa. En los Estados Unidos, la infección clínicamente evidente es 30 veces más altas en blancos que en negros. Una explicación de esta disparidad es que, si se adquiere a una edad temprana (infancia) y el EBV suele ser subclínico.
Después de la exposición, el EBV infecta las células epiteliales de las glándulas salivales y la orofaringe. Los linfocitos que residen en las amígdalas se exponen al virus y luego ingresan al torrente sanguíneo. La hiperplasia linfoide es frecuente y puede manifestarse como linfadenopatía generalizada, amigdalitis y hepatoesplenomegalia. La infección de los linfocitos B da como resultado la producción de inmunoglobulinas (anticuerpos heterófilos).
Fisiopatología
Cuando el EBV se introduce en la orofaringe, el virus comienza el proceso de replicación. Existe una predilección por la infección de las células B del tejido linfoide. Posteriormente, la infección se propaga a través del sistema linfático. El cuerpo reacciona desarrollando anticuerpos contra el virus. En el 90% o más de los casos, se producen anticuerpos heterófilos en respuesta a la infección por EBV. El EBV es una infección de por vida con reactivación periódica. En sistemas de respuesta inmunitaria deficientes, existe un pequeño riesgo de malignidad inducida por EBV, como el linfoma de Hodgkin.
Historia y estudio físico
La fiebre, el dolor de garganta, la fatiga y los ganglios linfáticos sensibles son hallazgos clásicos en la anamnesis de individuos infectados con mononucleosis. El período de incubación de la mononucleosis es largo, con un promedio de 3 a 6 semanas y la mayoría de los pacientes no recuerdan la exposición.
La tríada clásica es fiebre, faringitis y linfadenopatía. Las quejas adicionales incluyen dolor de cabeza, malestar general y mala ingesta oral. Desafortunadamente para algunos, la fatiga puede persistir durante meses en individuos selectos. La linfadenopatía es más común en la región cervical posterior. La faringitis a menudo se anuncia con exudados amigdalinos. Las lesiones petequiales en el paladar ocurren con poca frecuencia. Además, la esplenomegalia es un hallazgo clave en el examen físico en hasta la mitad de los pacientes con mononucleosis clínica activa.
La identificación es importante en pacientes propensos a futuras lesiones, por ejemplo, participantes de deportes activos. El examen de la piel en algunos pacientes puede revelar con poca frecuencia una erupción maculopapular generalizada inespecífica. Esto es independiente de la erupción inducida por antibióticos que se analiza a continuación.
Evaluación
Como siempre, la evaluación inicial debe incluir la evaluación de las vías respiratorias para determinar que las vías respiratorias estén permeables y que no haya una oclusión o compromiso inminente. En raras ocasiones, el absceso o el edema pueden impedir el mantenimiento adecuado de las vías respiratorias. Además, la determinación de la estabilidad hemodinámica es importante para descartar lesión esplénica concomitante o ruptura en la enfermedad aguda de mononucleosis.
La evaluación de laboratorio con mayor frecuencia revelará linfocitosis, con un diferencial de linfocitos a menudo superior al 50%. También se puede apreciar una leucocitosis generalizada y ocasionalmente trombocitopenia. Por lo general, no se necesitan imágenes en la evaluación de la mononucleosis. La prueba Monospot/ Monotest (anticuerpo heterófilo) para la mononucleosis es la prueba diagnóstica de elección y es casi 100% específica para la enfermedad. La sensibilidad de esta prueba está más cerca del 85%. Si el paciente está al principio de la enfermedad, la prueba puede ser falsamente negativa y debe repetirse más tarde durante el curso de la enfermedad. Si el diagnóstico no está claro, el paciente también debe someterse a una evaluación de infección estreptocócica mediante pruebas rápidas de antígenos o cultivo de garganta.
Diagnóstico diferencial
Muchas otras enfermedades virales y algunas rickettsiales tienen características similares al EBV. El diferencial incluye citomegalovirus, virus de inmunodeficiencia humana (VIH), herpesvirus humano tipo 6, hepatitis B y enfermedades transmitidas por garrapatas como la enfermedad de Lyme. El VIH primario puede presentarse con ulceraciones mucocutáneas; además, la erupción cutánea se observa con frecuencia en el VIH primario y es mucho menos común en la mononucleosis
Informacion complementaria
Virus de Epstein-Barr: preguntas y desafíos actuales
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Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico-UBA.
Ciudad de Buenos Aires. R. Argentina