viernes, 10 de mayo de 2024

1062- Biomarcadores de sepsis

Pedro Póvoa y col. Cómo utilizar biomarcadores de infección o sepsis al lado de la cama: guía para los médicos. Springer Nature-Intensive Care Med. 2023; 49(2): 142–153. NOVA Medical School, New University of Lisbon, Lisbon, Portugal. Center for Clinical Epidemiology and Research Unit of Clinical Epidemiology, OUH Odense University Hospital, Odense, Denmark

Resument (ChatGPT)

El artículo ofrece información sobre la aplicación práctica de biomarcadores en el diagnóstico de infecciones y sepsis. Enfatiza la importancia de utilizar biomarcadores junto con la evaluación clínica para mejorar la precisión del diagnóstico y guiar las decisiones de tratamiento en pacientes críticamente enfermos. El artículo analiza varios biomarcadores, como la procalcitonina y la proteína C reactiva, destacando sus fortalezas y limitaciones. También aborda consideraciones clave para interpretar los resultados de los biomarcadores en la práctica clínica, incluidos los factores específicos del paciente y el contexto de su presentación. En general, el artículo constituye un recurso valioso para los médicos que buscan optimizar el uso de biomarcadores en el manejo de infecciones y sepsis en entornos de cuidados intensivos.

Resumen

....." La sepsis se define como una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta desregulada del huésped a la infección. En este contexto, los biomarcadores podrían considerarse indicadores de infección o de respuesta desregulada del huésped o de respuesta al tratamiento y/o ayudar a los médicos a pronosticar el riesgo del paciente. En las últimas décadas se han identificado y evaluado más de 250 biomarcadores, pero ningún biomarcador diferencia con precisión entre sepsis y síndrome similar a la sepsis. Los datos publicados respaldan el uso de biomarcadores para la identificación de patógenos, el diagnóstico clínico y la optimización del tratamiento con antibióticos. En esta revisión, destacamos cómo los médicos podrían mejorar el uso de biomarcadores de respuesta del huésped específicos de patógenos y de los más utilizados, la procalcitonina y la proteína C reactiva, para mejorar la atención clínica de los pacientes con sepsis. La cinética de los biomarcadores es más útil que los valores únicos para predecir la sepsis, al realizar el diagnóstico y evaluar la respuesta a la terapia con antibióticos. Finalmente, los algoritmos integrados guiados por biomarcadores pueden ser prometedores para mejorar tanto el diagnóstico como el pronóstico de la sepsis. En este documento, proporcionamos datos actuales sobre la utilidad clínica de los biomarcadores de respuesta del huésped y específicos de patógenos, ofrecemos orientación sobre cómo optimizar su uso y proponemos las necesidades para futuras investigaciones.

Introducción

La sepsis se define como una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta desregulada del huésped a la infección. En este contexto, los biomarcadores podrían considerarse indicadores de infección o de respuesta desregulada del huésped o de respuesta al tratamiento y/o ayudar a los médicos a pronosticar el riesgo del paciente. En la práctica diaria, para el diagnóstico y tratamiento de la sepsis, así como para la administración de antibióticos, los médicos combinan datos de diferentes fuentes que resultan de la intersección de tres vectores (Fig.1): i) manifestaciones sistémicas, ii) disfunción orgánica y iii) documentación microbiológica. Los biomarcadores podrían proporcionar información adicional en las manifestaciones sistémicas del vector (biomarcadores de respuesta del huésped, por ejemplo, proteína C reactiva-PCR y procalcitonina-PCT), disfunción orgánica (por ejemplo, biomarcadores de lesión renal) y documentación microbiológica (biomarcadores específicos de patógenos. 

Los dos primeros vectores no son específicos ni sensibles a la sepsis. La documentación microbiológica suele tardar al menos 2 a 3 días en finalizar y no es particularmente sensible, especialmente cuando los cultivos se recolectan mientras los pacientes reciben terapia antimicrobiana. Por lo tanto, aproximadamente entre el 40 y el 50% de los casos de sepsis se consideran cultivos negativos. Los biomarcadores se han estudiado en el contexto de la predicción de la sepsis, y el diagnóstico de la sepsis guiada por biomarcadores (para ejemplos de escenarios clínicos de sepsis con uso de biomarcadores). Además, los biomarcadores de sepsis se pueden dividir en marcadores de pronósticos, predictivos y teranósticos, es decir, para guiar la elección, la dosis y la duración del tratamiento (ver tablas y apendices)

Se han estudiado y evaluado más de 250 biomarcadores durante las últimas décadas, que fueron revisados ​​en detalle recientemente en otro lugar. El objetivo de esta revisión es informar a los médicos sobre los biomarcadores de infección o sepsis y orientar sobre su uso, es decir, biomarcadores específicos de patógenos y dos biomarcadores de respuesta del huésped, PCT y CRP.

¿Cómo utilizar biomarcadores?

Ante la sospecha de sepsis, el médico tiene varias preguntas que abordar. Como bien lo reconocen las pautas de la Surviving Sepsis Campaign Guidelines, las primeras preguntas son:

1) ¿Cuál es la probabilidad de infección?
2) ¿Cuál es la gravedad de la enfermedad y el riesgo de desarrollar shock séptico?
3) ¿Cuál es el patógeno más probable?
4) ¿Cuál es el tratamiento antimicrobiano más adecuado?
5) ¿El paciente mejora o no? si/no, ¿por qué?
6) ¿Cuándo se pueden suspender los antimicrobianos?

Los médicos frecuentemente intentan responder estas preguntas con la ayuda de biomarcadores, pero es importante reconocer que el rendimiento de los biomarcadores en el tratamiento de la sepsis es subóptimo.

Biomarcadores específicos de patógenos y de respuesta del huésped.

Los biomarcadores se describen como una característica biológica, medida objetivamente y utilizada como marcador sustituto de un proceso fisiológico o patológico, o como indicador de la actividad de un fármaco. En el contexto actual, los biomarcadores de infección y sepsis podrían considerarse indicadores de infección o de respuesta desregulada del huésped o de respuesta al tratamiento.

Biomarcadores específicos de patógenos

Aunque la detección de ácidos nucleicos microbianos es cada vez más común, su lugar en el tratamiento de las infecciones en general, y en las infecciones bacterianas en particular, sigue siendo incierto y aún no está bien estandarizado. Los biomarcadores específicos de patógenos, como las pruebas directas de antígenos, ya se utilizan ampliamente en los enfermos críticos. 

La mayoría de las pruebas rápidas basadas en antígenos se basan en ensayos inmunocromatográficos y tienen el potencial de usarse junto a la cama. Pruebas de antígeno respiratorio de influenza y SARS-CoV-2, y de Streptococcus pneumoniae y Legionella spp. Las pruebas de antígenos urinarios se utilizan en la neumonía adquirida en la comunidad (NAC). Presentan una alta especificidad, pero una sensibilidad de baja a moderada. A pesar de las mejoras obtenidas mediante la lectura automatizada, una prueba negativa no puede considerarse de manera confiable como un resultado de descarte. Las pruebas de antígeno de Legionella detectan Legionella pneumophila serogrupo. Si bien esta es la causa predominante de legionelosis, se producen falsos negativos con otros serogrupos o especies.......

(*) Una vez que esta en la pagina del articulo, pulsando el botón derecho puede acceder a su  traducción al idioma español. Este blog de bioquímica-clínica está destinado a bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den a la misma. 
Nueva presentación el  15 de Mayo
Cordiales saludos. 
Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico,UBA.
Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina