Ewa B. Posner, Muhammad Haseeb. Celiac Disease. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2021. August 11, 2021. Jan-University Hospital of North Durham,UK. University of Pittsburgh. USA
La enfermedad celíaca, también conocida como enteropatía sensible al gluten, es una enfermedad autoinmune del intestino delgado. La enfermedad celíaca es una condición en la que el cuerpo responde al gluten con una respuesta inmune inapropiada que causa inflamación y daño al intestino delgado. Esta presentación ilustra la evaluación y el manejo de la enfermedad celíaca y revisa el papel del equipo interprofesional en la mejora de la atención de los pacientes con esta afección.............................
Introducción
La enfermedad celíaca es una enteropatía del intestino delgado. Se desencadena por la exposición al gluten en la dieta de personas susceptibles. La susceptibilidad está determinada genéticamente. La afección es crónica y, en la actualidad, el único tratamiento consiste en la exclusión permanente del gluten de la ingesta alimentaria. Los pacientes con enfermedad celíaca pueden presentar diarrea y retraso del crecimiento; algunos pueden ser asintomáticos.
Etiología: Los síntomas de la enfermedad celíaca se deben al daño de los enterocitos en el intestino delgado. En el cuadro clínico completo, las características típicas del intestino delgado son la inflamación crónica y la atrofia de las vellosidades.
Un individuo debe tener genes HLA dominantes DQ2 o DQ8. La enfermedad es el resultado de la reacción adversa del sistema inmunológico al gluten, y una de las proteínas importantes involucradas es un anticuerpo contra la transglutaminasa tisular. Sin embargo, se proponen otras vías que contribuyen a la enfermedad. La glicoproteína gliadina (presente en el gluten) tiene un efecto tóxico directo sobre los enterocitos mediante la regulación positiva de la producción de IL-15.
Algunos estudios indican que las infecciones gastrointestinales en la primera infancia son relevantes para el desarrollo posterior de la enfermedad celíaca. Esto no es sorprendente considerando el órgano afectado, pero es probable que también sea directamente destacado el hecho de que la enfermedad celíaca es causada por un trastorno de la función inmunológica.
Los anticuerpos IgA contra el endomisio del músculo liso y la transglutaminasa tisular se utilizan a menudo para diagnosticar la enfermedad celíaca. Sin embargo, solo alrededor del 5% de los pacientes con enfermedad celíaca tienen una deficiencia de esta inmunoglobulina.
Epidemiología: La prevalencia de la enfermedad celíaca en la población general es de aproximadamente 0,5% a 1%. Tanto la prevalencia real como la detección y el diagnóstico han aumentado en los últimos 10 a 20 años. La incidencia es mayor entre las personas con trastornos autoinmunes como la diabetes tipo 1. En familiares de primer grado de personas afectadas por la enfermedad celíaca, el riesgo es de 1 de cada 10.
Fisiopatología: Un péptido derivado del gluten llamado gliadina causa daño al intestino delgado. Hay inflamación local y el proceso conduce a la destrucción de las vellosidades del intestino delgado. Esta destrucción, a su vez, conduce a la disminución de la funcionalidad de la superficie intestinal y a mal absorción. La falta de absorción de nutrientes impacta directamente en el sistema digestivo pero también indirectamente en todos los sistemas del cuerpo. Este impacto resulta en una mala salud en general y es la razón por la cual la enfermedad celíaca puede tener signos y síntomas que surgen de casi cualquier sistema del cuerpo, no solo del sistema gastrointestinal.
Histopatología: La enfermedad celíaca solo afecta la mucosa del intestino delgado. Las vellosidades pueden estar ausentes o atróficas y esta presente la hiperplasia de las criptas. Se observa una mayor proliferación de linfocitos y células plasmáticas en la lámina propia.
Toxicocinética: Durante mucho tiempo hubo dudas sobre la toxicidad de la avena para un paciente con enfermedad celíaca. Recientemente, los estudios han demostrado que la avena no es dañina, y es probable que esas dudas se deban porque comúnmente se procesa junto con el trigo y, por lo tanto, la contaminación cruzada era muy alta.
Evaluación Diagnostica
La evaluación diagnóstica suele comenzar con pruebas serológicas. Los dos anticuerpos medidos son anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (por ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas-ELISA- medido numéricamente) y anticuerpos anti-endomisiales que generalmente se informan como negativos, débilmente positivos o positivos. Tradicionalmente, el siguiente paso y el estándar de oro para el diagnóstico es la biopsia de la mucosa duodenal porque en la enfermedad celíaca, esto muestra atrofia vellositaria. Es importante que estas pruebas se realicen mientras el paciente sigue una dieta regular que contenga gluten.
Otra prueba útil es la del antígeno leucocitario humano (HLA). Los genotipos específicos de HLA se han asociado fuertemente con la enfermedad celíaca. Las pruebas de HLA se pueden utilizar en el proceso de diagnóstico. Por ejemplo, las pautas conjuntas BSPGHAN y Celiac UK publicadas en 2013 indican que las pruebas serológicas positivas con tipificación de HLA positiva en presencia de síntomas típicos pueden aceptarse como confirmación del diagnóstico sin necesidad de una biopsia.
Tanto los diabéticos tipo 1 como el síndrome de Down tienen una alta incidencia de enfermedad celíaca; por lo que se requiere un trabajo apropiado. Los electrolitos pueden revelar hipocalcemia, hipopotasemia, acidosis metabólica. También pueden estar presentes la anemia por deficiencia de folato, hierro o vitamina B12; el tiempo de protrombina puede prolongarse y las heces son grasosas y tienen un olor rancio......