Zi Yun Ng, Kathryn A. Fuller, Allegra Mazza-Parton, Wendy N. Erber. Morfología de las neoplasias mieloproliferativas. Wiley-International Journal of Laboratory Hematology. Int J Lab Hematol. 2023; 45 (Suppl.2):59–70. School of Biomedical Sciences, The University of Western Australia, Perth, Western Australia.
Resumen
Las neoplasias mieloproliferativas (NMP) son un grupo de neoplasias hematológicas clonales descritas por primera vez por Dameshek en 1957. Las NMP Filadelfia-negativas que se describirán son la policitemia vera (PV), la trombocitemia esencial (TE), la mielofibrosis prefibrótica y la mielofibrosis primaria (PMF). La morfología de la sangre y la médula ósea son esenciales para el diagnóstico, para la clasificación de la OMS, establecer una línea base, monitorear la respuesta al tratamiento e identificar cambios que puedan indicar progresión de la enfermedad. Los cambios en el frotis sanguíneo pueden estar en cualquiera de los elementos celulares. Las características clave de la médula ósea son la arquitectura y la celularidad, la dotación relativa de tipos de células individuales, el contenido de reticulina y la estructura ósea. Los megacariocitos son las células más anormales y clave para la clasificación, ya que su número, ubicación, tamaño y citología definen la enfermedad. El contenido y el grado de reticulina son fundamentales para la asignación del diagnóstico de mielofibrosis. Incluso con una evaluación cuidadosa de todas estas características, no todos los casos encajan perfectamente en las entidades diagnósticas. Existe una superposición frecuente que refleja el continuo biológico de la enfermedad en lugar de entidades distintas. A pesar de esto, un diagnóstico morfológico preciso en la NMP es crucial debido a las diferencias significativas con el pronóstico entre los diferentes subtipos y la disponibilidad de diferentes terapias en la era de los agentes novedosos. La distinción entre “reactiva” y NMP tampoco es siempre sencilla y se debe tener precaución dada la prevalencia de la NMP “triple negativa”. Aquí describimos la morfología de la NMP, incluidos los comentarios sobre los cambios con la evolución de la enfermedad y con el tratamiento.
Introducción
Las neoplasias mieloproliferativas (NMP) son neoplasias hematológicas clonales en las que hay una proliferación excesiva de células de uno o más de los linajes mieloides. Hay tres trastornos principales: policitemia vera (PV), trombocitemia esencial (TE) y mielofibrosis primaria (FMP).
En 2005, se demostró la mutación JAK2 V617F en el 95% de los pacientes con PV y en poco más de la mitad de los que tenían TE y mielofibrosis. Antes de esto, el diagnóstico de estos trastornos dependía de una combinación de características clínicas, de laboratorio e histológicas utilizando uno de varios conjuntos diferentes de criterios de diagnóstico. La incidencia es inferior a 6 de cada 100 000 personas por año. Sin embargo, la tasa de prevalencia de las NMP es mucho más alta que la tasa de incidencia, ya que ciertos subtipos de NMP pueden tener un curso indolente con una expectativa de vida variable.
Es principalmente una enfermedad de adultos de mediana o avanzada edad, aunque puede ocurrir en personas más jóvenes y niños.La PV y la ET son la etapa más indolente de la NMP, con la posibilidad de progresión de la enfermedad a fibrosis agresiva y/o leucemia aguda. Esto suele ocurrir en un continuo biológico y puede identificarse en cambios clínicos, morfológicos y genéticos. Esto requiere un enfoque combinado de fenotipo-genotipo como el empleado en la clasificación de la NMP según la Clasificación de la OMS. Los resultados del hemograma, la morfología de la sangre y la médula ósea, mutaciones como JAK2, CALR y MPL , marcadores bioquímicos y características clínicas se incluyen en los criterios de diagnóstico.
La morfología de la sangre y de la médula ósea son esenciales para el diagnóstico de las NMP, ya que determinan la clasificación de la OMS y establecen una línea base para el seguimiento de la respuesta al tratamiento y la progresión de la enfermedad. Comenzando por el hemograma, este puede mostrar una variedad de anomalías en todos los linajes celulares. La hemoglobina puede ser normal, policitemia o anemia, y el volumen corpuscular medio (VCM) varía (bajo, normal o alto) en función de la enfermedad, su estadio y el efecto del tratamiento. El recuento de leucocitos, y específicamente de neutrófilos, también puede variar de normal a leucocitosis o leucopenia leves. El recuento de plaquetas suele estar elevado y es una característica definitoria de la TE.
El frotis de sangre es el “primer paso” importante en la revisión morfológica de una posible NMP y en el seguimiento de la enfermedad. Por ejemplo, la hipocromasia y la microcitosis pueden inferir deficiencia de hierro (PV), mientras que los poiquilocitos en forma de lágrima y los glóbulos rojos nucleados sugieren fibrosis. La evaluación del tamaño y la granularidad de las plaquetas es importante y puede indicar cambios megacariocíticos subyacentes en la médula ósea. Otras características que pueden estar presentes incluyen micromegacariocitos circulantes, sus núcleos desnudos o, a veces, fragmentos de su citoplasma. En términos de leucocitos, la presencia de precursores granulocíticos y blastos puede ser informativa.
La evaluación de la médula ósea es el pilar del diagnóstico y la clasificación de la NMP. Aunque la clasificación de la OMS se centra en las apariencias de la biopsia, el aspirado agrega valor y debe revisarse. Las características críticas son la celularidad y la arquitectura general de la médula ósea. En la mayoría de los casos, la médula ósea es hipercelular (ajustada por edad), lo que puede ser una panmielosis o estar limitada a uno o dos linajes.
También es importante evaluar la relación mieloide/eritroide, ya que puede ser normal (generalmente en PV y ET), reducida en PV con mutación del exón 12 de JAK2 o elevada en mielofibrosis. Los megacariocitos son las células más anormales, tanto en ubicación como en morfología. Esto puede incluir estar cerca del hueso trabecular (en lugar de la ubicación intersticial normal) y la presencia en grupos (es decir, tres o más megacariocitos en estrecha proximidad). Los grupos “sueltos” son cuando puede haber otras células de la médula ósea entre megacariocitos individuales, mientras que los grupos “apretados” son cuando hay un moldeado de las superficies celulares yuxtapuestas entre megacariocitos adyacentes sin células de la médula ósea intermedias............
(*) Este blog de bioquímica-clínica está destinado a bioquímicos y médicos; la información que contiene es de actualización y queda a criterio y responsabilidad de los mencionados profesionales, el uso que le den a la misma.
Nueva presentación el 30 de Enero
Cordiales saludos.
Dr. Anibal E. Bagnarelli,
Bioquímico-Farmacéutico,UBA.
Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina