Xin Su, Yi Kong, Daoquan Peng. Evidencia para cambiar la estrategia de enfocarse en el colesterol de lipoproteínas de no alta densidad. Lipids Health Dis. 2019; 18: 134. Department of Cardiovascular Medicine, the Second Xiangya Hospital of Central South University, Changsha, China.
Resumen
El colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) se ha recomendado como el objetivo principal del tratamiento en el manejo de lípidos en pacientes con enfermedad coronaria (CHD) durante las últimas décadas. Sin embargo, incluso con un tratamiento agresivo de reducción de LDL-C, los pacientes aún presentan un riesgo residual significativo de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE). El colesterol de lipoproteínas no de alta densidad (no HDL-C) contiene todas las lipoproteínas aterogénicas, como quilomicrones, lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), LDL, y lipoproteínas de densidad intermedia (IDL). Muchos estudios de observación prospectiva han encontrado que el no HDL-C fue mejor que el LDL-C para predecir los riesgos de MACE. Dado que el no-HDL-C parece ser superior para la predicción del riesgo más allá del LDL-C Las guías actuales han enfatizado la importancia del no HDL-C para guiar las estrategias de prevención cardiovascular y han señalado al no HDL-C como un objetivo terapéutico primario. Los objetivos de no HDL-C se recomendaron como 30 mg/dl más altos que los objetivos de C-LDL correspondientes, pero el valor parecía inapropiado. Esta revisión proporciona evidencia para cambiar la estrategia de manejo de lípidos para enfocarse en no HDL-C y se proponen valores apropiados para agregar a los objetivos de LDL-C.
Introducción
La prevalencia de la enfermedad coronaria (CHD) tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo ha aumentado notablemente, planteando graves riesgos para la salud futura de los seres humanos y dando lugar a una alta mortalidad. Hoy en día, la relación entre la hipercolesterolemia y la CHD está bien establecida, y la terapia hipolipemiante es una estrategia importante en la prevención primaria y secundaria de la misma. En las últimas décadas, se recomendó el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) como el objetivo principal del tratamiento para el manejo de lípidos en pacientes con cardiopatía coronaria. Históricamente, cuando se trata de disminuir el riesgo de cardiopatía coronaria, la mayoría de las intervenciones farmacológicas y de estilo de vida se centraban en reducir el LDL-C. Directivas seleccionadas de dislipidemia en todo el mundo y recomendaciones de expertos, incluidas las de la American Diabetes Association/American, del College of Cardiology (ADA/ACC), de la Canadian Cardiovascular Society (CCS) y la de la European Society of Cardiology/European Atherosclerosis Society (ESC/EAS) , han identificado objetivos de LDL-C menor de 70 y menor de 100 mg /dl para pacientes con riesgo muy alto y alto de cardiopatía coronaria, respectivamente, y han recomendado que la terapia de primera línea se dirija hacia la disminución de la LDL-C............
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Dr. Anibal E. Bagnarelli, Bioquímico-Farmacéutico-UBA.
Licenciado en Industrias Bioquímico Farmacéuticas- UBA
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
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Licenciado en Industrias Bioquímico Farmacéuticas- UBA
Ciudad de Buenos Aires, Argentina