Bagnarelli A. “Medicina Basada en la Evidencia”. Resumen de Comentarios de Editorial. Revista Bioq y Patol Clin 2006; 69 (3): 7
La Medicina Basada en la Evidencia, cuyos orígenes filosóficos se remontan a la mitad del Siglo XIX, es un tema de máximo interés para los equipos de salud, administradores y el público en general. Actualmente se organizan seminarios, cursos se postgrado etc., sobre su implementación practica, y en algunos centros de enseñaza se han incorporado en los planes de estudio en el nivel de grado.
No obstante se han observado algunas reacciones negativas, entre ellas las que alegan que se trata de algo ya conocido, que puede ser utilizada como causa de limitación sobre libertad diagnostica y una forma de justificar el recorte de gastos en salud.
Es cierto que la discusión de casos clínicos se vienen discutiendo desde los albores de la medicina, pero las técnicas aplicadas en la MBE permiten hacerlo en forma ordenando, sistemática y documentada. También se debe mencionar que los gastos (o inversión) en salud han aumentado en forma exponencial debido a la rápida información externa que brinda el rápido conocimiento sobre presunta utilidad de nuevas pruebas y procedimientos diagnósticos y terapéuticos y ellos es difícil de limitar. En estos casos la MBE conduce a la elaboración a nivel internacional de protocolos diagnósticos y terapéuticos que no dan demasiado margen para su discusión y por lo tanto restringen en cierta forma la “libertad diagnostica” y con ello le ponen un limite al gasto.
Una extensión de la MBE es la Bioquímica (clínica) basada en la Evidencia (BBE); precisamente lo que esta técnica permite es integrar la competencia medico-bioquímica basada en el examen individual con el conocimiento de la mejor investigación externa, centrada en la epidemiología, el valor predictivo de las pruebas y la eficacia y seguridad de los tratamiento terapéuticos y quirúrgicos. La evidencia individual y externa no son competitivas, sino complementarias, porque la mejor evidencia personal puede quedar desfasada en el tiempo y la mejor evidencia externa y colectiva no siempre es aplicable a los casos individuales.
Además hay otro problema. La necesidad de “actualización bibliográfica” tiene sus inconvenientes. Un estudio señalaba que por ejemplo en medicina general para estar “al día” se requería examinar periodicamente 19 artículos diarios durante los 365 días del año (BMJ 1995; 1085-6) y el mismo articulo señala que el medico británico medio utiliza pocas horas semanales para su actualización y no hay otras cifras publicadas para el resto del personal sanitario. Dejo al arbitrio de cada colega, que estime el tiempo necesario que dispone para ello. En este caso la contribución de la MBE/BBE es que su lectura permite llegar a rapidas conclusiones sobre la validez de cuadros clínicos, pruebas diagnosticas y tratamientos previamente aceptados y que deben deban ser reemplazados.
Como una forma de introducción al tema la Revista Bioquímica y Patología Clínica (ByPC) de la Asociación Bioquímica Argentina (ABA) ha publicado en 2005/6 una serie de artículos extraídos de la bibliografía que nos pueden ilustrar al respecto:
Ver articulo completo
2 - Christenson RH. Medicina basada en la evidencia: la respuesta correcta depende de hacer la pregunta adecuada. Revista Bioq y Patol Clin 2006; 69 (3): 34-7
Ver artículo completo
3- García SG, Gimenes Gomeza, Ruiz Minguez MA. Medicina basada en la evidencia: Guías de Practica Clínica. Revista Bioq y Patol Clin 2006; 69 (3): 38-40
Ver artículo completo
4-Castillejo MM, Zulaica CV. Medicina basada en la evidencia: síntesis de la evidencia. Revista Bioq y Patol Clin 2006; 69 (3): 41-49
Ver Artículo completo