martes, 28 de septiembre de 2010

68- El Origen de las cosas

I) Moisés. Libro Primero: Génesis

………1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra…….1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó….... 1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto…….

II) Kornblihtt AR. Creacionismo vs evolución biológica. Diario Perfil.com (20.10.2006)
Profesor Titular plenario de la FCEN-UBA: Laboratorio de Investigación de Fisiología y Biología Molecular. Investigador Superior del CONICET

      En 1986 el biólogo molecular norteamericano James Watson visitó la Argentina, invitado por el entonces Secretario de Ciencia y Técnica, el matemático Manuel Sadosky. Watson había obtenido el Premio Nobel en 1962 junto a Francis Crick por el descubrimiento de la estructura en doble hélice del ADN, la sustancia química portadora de la información genética en todos los seres vivos. Además de dar una conferencia magistral en el Centro Cultural San Martín, Watson dialogó con un público de más de mil estudiantes, profesores e investigadores que colmaron el aula magna de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.          
      Cuando un estudiante levantó la mano y le preguntó qué lo había motivado en su juventud a dedicarse a la ciencia, Watson dijo: "Como no creo en Dios, quería averiguar el origen de las cosas". Esta sintética respuesta ilustra cabalmente el tema central de esta clase.
     La religión no permite averiguar el origen de las cosas, lo da por sabido y lo relata. La ciencia en cambio, que al igual que la religión son inventos exclusivamente humanos -otros seres vivos no los practican- intenta averiguar el origen y el funcionamiento de "las cosas". Explícitamente digo "intenta" para descartar de entrada la idea de que la ciencia camine sobre senderos de certidumbre o logre siempre sus cometidos. Pero aún en la incertidumbre e imperfección, la explicación que la ciencia da del mundo que nos rodea es totalmente incompatible con la que dan las religiones, justamente porque estas últimas se basan en dogmas, creencias o actos de fe, que podrán eventualmente satisfacer necesidades espirituales y morales de algunos hombres pero que, por no poder ser puestas a prueba, no pueden reemplazar la evidencia experimental, la argumentación racional y el pensamiento crítico.

Ciencia versus creencia
      Aunque para muchos parezca mentira, el debate entre ciencia y creencia se ha revitalizado en los últimos años, en particular en los Estados Unidos, gracias al gobierno del Sr. Bush. La derecha ultra conservadora norteamericana, aliada con sectores religiosos fundamentalistas están tratando de imponer en los programas de biología de la escuela secundaria la enseñanza del diseño inteligente en reemplazo de, o al menos al mismo nivel que, la "teoría" de la evolución biológica por selección natural de Darwin y Wallace. ¿Qué es el diseño inteligente? Es la afirmación de que el ser humano es tan perfecto que la única explicación posible de tanta belleza, ajuste y complejidad es que haya sido creado por un ser inteligente, un ser sobrenatural, un dios. Por lo tanto, para los abogados del diseño inteligente, la especie humana no es el resultado de selección natural sino de creación. No postulan que todos los animales y plantas hayan sido creados como figura en la Biblia, sino sólo del hombre. Los otros seres vivos podrían ser el resultado de la evolución pero la perfección del hombre sólo responde a la perfección de un creador. Nada nuevo bajo el sol para el pensamiento religioso.
      El argumento de los defensores del diseño inteligente para imponer sus ideas es que la teoría de la evolución es sólo una teoría y que por lo tanto puede ser contrastada con otras teorías alternativas. Es decir que se trataría de un debate entre dos hipótesis científicas. Y he aquí la falacia. La teoría de la evolución no es una teoría más. Se la llama teoría por tradición histórica pero deberíamos dejar de llamarla así si no se entiende que una teoría científica no es lo mismo que una idea loca o arbitraria, sino que es un cuerpo conceptual sustentado en múltiples e independientes observaciones y que permite hacer predicciones verificables. Así, que los seres vivos y entre ellos el hombre no hayamos sido creados como tales sino que seamos el resultado de procesos evolutivos de especiación que ocurrieron a lo largo de cientos de millones de años, se encuentra mucho más cerca de la categoría de hecho que de la de teoría. Lo sustentan la paleontología, la anatomía y fisiología comparadas, la biogeografía, la ecología, la genética de poblaciones y la genética molecular. Por todos los vericuetos que un biólogo se meta durante una investigación se topa con la evidencia incontestable de la evolución.
      Aunque su formación o convicción religiosas traten de impedírselo, aunque se resista, la evidencia macroscópica y molecular de la evolución lo abofetean y lo despiertan del absurdo sueño creacionista. Pero aun si esta evidencia no fuera tan contundente, incluso si la idea de selección natural no hubiese sido verificada experimentalmente desde las bacterias hasta el hombre, el diseño inteligente carecería de entidad porque se basa en un dogma que no da lugar a la verificación experimental. Por lo tanto, el problema es que no se pueden poner en el mismo nivel ideas científicas y creencias dogmáticas. No tienen el mismo valor epistémico y por ende no son comparables. El diseño inteligente no es ciencia y quienes pretendan lo contrario están atacando las bases mismas del pensamiento científico. Prueba de ello es el artilugio dialéctico con que el Consejo de Educación de Kansas, uno de los estados norteamericanos que milita contra la enseñanza de la evolución junto con Minessota, Nuevo México, Ohio y Pensilvania, redefine a la ciencia, disfrazando de manera políticamente correcta al diseño inteligente. La ciencia, dicen, es "un método sistemático de investigación continua que usa la observación,… experimentación, argumentación lógica, que llevan a explicaciones adecuadas de fenómenos naturales".................