Soler CO, Castaño R, Copolillo E, Kwiatkowski L, Lotoczko V, Tilli M, De Mier C, Di Bartolomeo S, Leonino AP, Maritato A, Morales A, Palaoro L, de Torres RA, Perazzi B, Fermepin MR, Participantes por Consulta: Elishet MC, Forestieri OA, Gambado E, Giradlez S, Maglione P, Moreno O . Guia Práctica Integral (Clínica-Laboratorio) de Diagnóstico de Vaginosis-Vaginitis en la atención primaria de la mujer en edad fértil. FASGO-Ciencia Informa, Junio 2008 Volumen 71 [1]; 43-51.) Actualización 2010
1.-Nombre : Guia Práctica Integral (Clínica-Laboratorio) de Diagnóstico De Vaginosis-Vaginitis en la atención primaria de la mujer en edad fértil. ( Actualización 2010).
2.- Introducción: La percepción de signos y síntomas a nivel del tracto genital inferior (TGI), es el motivo de consulta médica más frecuente en mujeres en edad fértil, embarazadas o no. Un número considerable recurre a consulta extramédica en Farmacia y otro mayor aun, soporta su estado o utiliza tratamientos “caseros”.
El estudio morfológico del contenido vaginal demuestra que hasta un 50% de mujeres asintomáticas (embarazadas o no) presentan alteraciones significativas de la función vaginal. Un porcentaje importante (15 a 30%) de mujeres que consultan por síntomas (en ausencia de signos evidentes) de prurito, sensación de quemadura, ardor, dispareunia, no muestran ninguna alteración morfológica del Contenido Vaginal (CV)
La magnitud integral del problema, el daño directo en la paciente sintomática y el aumento de riesgos en salud sexual y reproductiva que afecta al gran total de mujeres con DV, requiere un esfuerzo conjunto del grupo biomédico, los prestadores de salud y grupos sociales organizados, a los efectos de ordenar y optimizar la atención de vaginosis/vaginitis en la mujer en edad fértil.
La primera etapa refiere a optimizar el diagnóstico de las patologías de mayor prevalencia. Los signos y síntomas compatibles con DV se presentan en forma individual o asociados, de manera arbitraria e inconexos. Los más frecuentes son: prurito, sensación de quemadura, irritación, mal olor, secreción vaginal anormal (“flujo”), edema en región vulvo-vaginal, disuria, dispareunia y/o dolor en región pélvica. Los signos y síntomas antes mencionados, individualmente o en conjunto, se asocian a un número importante de patologías del tracto genital femenino, pero no resultan patognomónicos para ningún síndrome determinado. Sólo permiten establecer en forma presuntiva global, el estado de DV .
Para establecer una aproximación diagnóstica del estado real de la función vaginal que oriente a decisiones clínico terapéuticas precisas, se requieren estudios complementarios de laboratorio, mediando el estudio morfológico del balance del contenido Vaginal (BACOVA) que integra la evaluación de la microbiota habitual vaginal (Valor Numérico de Nugent: VN) y la determinación simultánea de la reacción inflamatoria vaginal (RIV).
Se reconocen prima facie dos áreas puntuales de patología vaginal de alta frecuencia: Vaginosis y Vaginitis. Vaginosis se define, como postulado prioritario en base a la alteración de la microbiota habitual del CV, en ausencia de RIV. Vaginitis, requiere la presencia de RIV significativa en el CV. En principio, con o sin alteración de la microbiota habitual ………………. continúa……………..